Una breve reflexión de diciembre


Sergio Castañeda_ Perfil Casi literalCuán difícil es enfrentar las grandes cuestiones, cuánto valor requiere plantearse ciertas preguntas. Las cuestiones filosóficas nos ponen contra las cuerdas, nos arrinconan, son parte fundamental de la condición humana. Claro, a lo largo de la historia han existido diversidad de formas de opiar a las masas para que éstas hagan todo menos cuestionarse, menos pensar, distraerlas, alienarlas y volverlas indiferentes, o como dijo con gran elocuencia un pensador calvo y francés, volverlas pensadas y no pensantes.

El cuestionarse es ya de por si un acto revolucionario. La duda cartesiana debe estar más vigente que nunca, debemos impulsarla sobre todo en sociedades herméticas y conservadoras como la nuestra, donde es urgente pensar y pensarnos por el bien individual y colectivo, por la emancipación radical, y la premisa para quitarse la venda de los ojos y tirarla al carajo es la formación de un pensamiento crítico, pues únicamente una conciencia crítica será libre de paradigmas y constructos sociales que coaccionan nuestra naturaleza.

Cuando el niño comienza a cuestionar todo con un “¿por qué?” o “¿para qué?”, la neurosis del adulto lo calla o le responde de mala gana como en forma de reproche, el niño percibe que sus cuestionamientos molestan y que quizá, están mal, y voilá, se le ha hecho un daño al pequeño, se le ha trasmitido que el cuestionarse, y por ende el pensar, causa molestias; pero esto no puede estar más cerca de la verdad, porque históricamente el pensamiento ha molestado a los dogmatismos, a los totalitarismos, a los autoritarismos, a las jerarquías creadas, etcétera.

¿Qué es el ser humano? ¿Quién soy yo? ¿Estoy solo en este universo en constante expansión? ¿Es absurda la vida? ¿Por qué algunos tienen tanto y otros nada?, ¿Por qué debo obedecer? ¿Por qué visto así? ¿Por qué hay guerras? ¿Por qué hay hambre? Estas cuestiones puede que nos quiten el sueño en más de alguna ocasión y que nos hagan salir de las burbujas con las que nos han conquistado. Este tipo de cuestionamientos nos hacen encarar nuestra existencia, reconocer la realidad, no buscar justificaciones externas sino hacerse cargo de la realidad que nos espera, es decir, comprometernos con nosotros mismos y los demás nos hace sentir la angustia y el gozo de aquello sumamente apasionante que llamamos vida.

¿Quién es Sergio Castañeda?

¿Cuánto te gustó este artículo?

Califícalo.

0 / 5. 0


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

desplazarse a la parte superior