El mundo, Guatemala y el futuro


Eynard_ Perfil Casi literal

Las casualidades no son casualidades como tal, así de pronto, quizás porque no brotan al azar sino en conjunción con el destino y las fuerzas manióbricas del universo, etcétera.

Dándole un vistazo al mundo prehispánico, encuentro de nuevo, de manera objetiva, guerra tras guerra tras guerra por una eternidad que esperamos que algún día llegue a su fin. Estas guerras sucedieron y, por momentos, se creaba una unidad que por alguna razón muy intrínsecamente humana no perduraba. Esto, claro, no es solamente del mundo prehispánico mesoamericano; pasó en miles de lugares alrededor del mundo pero esta es nuestra región así que hablemos de ella. Esto veía y decía Guatemala, Guatemala, qué nos está pasando, qué nos ha pasado durante tanto tiempo, por qué siempre estamos divididos, por qué siempre jalamos por nuestro lado y no para una dirección conjunta, segura, con paso fuerte. Creo que todo esto es algo muy interesante porque nos lleva a preguntarnos sobre nuestro ser inconsciente como mesoamericano y nuestro ser inconsciente como integrante de este mundo porque, estoy seguro, todos buscamos la unidad, todos queremos nuestro bien común, pero por alguna u otra razón nunca concuerda, nunca sucede. Nos aburrimos, nos peleamos en el camino, nuestras diferencias son incompatibles y nuestra carreta se queda atascada nuevamente porque uno solo no puede sacarla del lodazal en que se metió.

Desde el 25 de abril nos estamos levantando nuevamente por las mismas razones que siempre nos han movilizado: búsqueda de la dignidad, del bien común al final de cuentas, que no nos sigan viendo la cara, que nuestra indiferencia no nos carcoma el impulso revolucionario que está dentro de nuestros corazoncitos, esa rebeldía propia que debe salir a la calle cuando queremos un basta ya hacia lo que nos oprime, hacia lo que nos saquea, hacia lo que nos merma el espíritu de poquitos. El pasado sábado 16 de mayo se conformó una verdadera unidad guatemalteca, un conjunto que cada vez se está haciendo más grande porque cada vez nos estamos despertando muchos más, con gran energía después de un profundo descanso que, esperamos, no vuelva a suceder. Es decir que ya sabíamos que la resistencia estaba ahí porque es eterna, perdura, consiste, continúa pero eran pequeñas células, grupos independientes que espero no se malentienda, digo independientes porque no conforman la unidad del país completo como esperamos que de ahora en adelante así suceda. Pues bien, aquí estamos y aquí estaremos hasta donde las fuerzas nos alcancen y eso que nos quedan bastantes.

Hacia una nueva patria, hacia un nuevo Estado, hacia una reforma total, hacia una renovación y reconversión del mundo que nos rodea, de nosotros de mismos, de las estructuras que hemos soportado durante vidas y vidas que han pasado y han caído una a una, así que ojo y cuidadito para el que venga: cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí, pero pronto vendrá la gran erupción.

Creo que ya empezaron los temblores de esa gran erupción.

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