Black Sabbath: la despedida de una leyenda y el fin de una época


estuardo-prado_-perfil-casi-literalEl pasado 4 de febrero en Birmingham, Inglaterra, fue el último concierto de Black Sabbath, en la misma ciudad que los vio nacer. De esa forma dieron fin a The End Tour, que duró un año y pasó por 77 ciudades de Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Argentina, Brasil, Rusia, Australia, Nueva Zelanda y los países europeos. Y no era para menos: se trataba de la despedida de uno de los grupos más importantes del Rock, creadores de un nuevo sonido, un género musical que atraería las filias y las fobias de muchos e influenciaría en todas sus vertientes posteriores a incontables grupos de Heavy Metal.

Black Sabbath se fundó en 1968 originalmente con el nombre Earth. Su primer disco con el nombre actual fue en 1970. Sus integrantes originales fueron Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Al final de la década de los 60 el Rock psicodélico estaba en su apogeo y sus vertientes más duras, como Led Zeppelin, Jimmy Hendrix y Deep Purple, ya habían roto la armonía de la «Era de Acuario» del sonido hippy de San Francisco; pero sería el sonido creado por Black Sabbath lo que influenciaría el posterior desarrollo musical del Rock pesado, conduciéndolo a otro nivel.

La música de Black Sabbath es el devenir de varios factores y un azar fortuito. Por un lado, la intención consiente de buscar un sonido propio, un estilo que los definiera; por otro, su alejamiento de esa tendencia musical sesentera de paz y amor que era provocado por el contexto de la clase obrera de donde surgieron: pobreza, hacinamiento y atentados del IRA (Ejército Republicano Irlandés), lo que se refleja en su música. Conflicto y desencanto de una vida inhóspita.

Y ¿dónde queda lo fortuito? En el accidente que tuvo Iommi unos días antes de abandonar su empleo en una fábrica metalúrgica para dedicarse a la música y en el que perdió dos falanges de la mano derecha. Para seguir tocando la guitarra se fabricó una prótesis plástica que dificultaba tocar las cuerdas muy tensas, lo que le llevó a cambiar la afinación de su guitarra. A partir de entonces tocaría más lento y en tonos más bajos, obteniendo así un sonido más grave, el clásico sonido oscuro de los riffs. De todo ese infortunio surgió el Heavy Metal.

En su primer disco la intención era clara: crear música que impactara y que, literalmente, asustara; como una película de miedo hecha Longplay de vinil. Entraron en juego los gustos de Iommi por las novelas de horror y la afinidad de Butler —quien escribiría muchas de las letras de la banda— por el ocultismo. Así surgió su primer disco homónimo, mismo que los catapultaría a la fama. Este disco impuso un sello de oscuridad y satanismo que fue ligado a Black Sabbath durante toda su trayectoria, con canciones clásicas como N.I.B.

El primero, más los cinco discos siguientes (Paranoid, Masters of Reality, Vol.4, Sabbath Bloody Sabbath y Sabatage) son considerados por muchos como los más icónicos de la banda. En ellos se mantuvo el sonido pesado de su música, su espíritu rebelde y contestatario. Intercalaron piezas musicales experimentales como Planet Caravan o Supertzar. Las letras se expandieron hacia otras temáticas: la locura en Megalomania, el consumo de drogas y la búsqueda de estados alterados en Hand of Doom, los excesos en Snowblind y una crítica social hacia su época en War Pigs.

Con los integrantes originales surgieron otros dos discos, aunque ya un poco más desgastados a causa del consumo excesivo de alcohol y drogas, razón que llevaría a reemplazar a Ozzy como vocalista del grupo por ser este uno de los más afectados. Fue así como Ronnie James Dio entró como vocalista, proveniente del grupo Rainbow. En esta época, de 1980 a 1981, se crearon otros dos discos icónicos: Heaven and Hell y Mob Rules.

Posteriormente Ian Gillan, ex vocalista de Deep Purple, grabó con Sabbath el disco Born Again, en 1983. Para mi gusto, se trató del último gran trabajo de la banda, pues la increíble voz de Ian logró entonar canciones extraordinarias como Trashed y Disturbin the Prist. Entre 1986 y 1995 solo Iommi continuó como integrante original, quien intentó mantener a Sabbath en escena con otro vocalista y produjo seis intentos de discos que no vale la pena mencionar. En 2013 lanzaron su último disco, con Ozzy de vuelta como vocalista y con Butler en el bajo, titulado 13.

Ahora con este último concierto se cerró uno de los capítulos en la historia de la música que más transformó los sonidos con los que muchos crecimos. Desde Metallica a Marilyn Manson, desde Megadeath a Rob Zombie, desde Iron Maiden a NIN, desde Judas Prist a System of a Dawn… todo surgió de la influencia que Black Sabbath impusiera al crear un estilo nuevo que revolucionaría la música por más de cuatro décadas y que seguramente continuará inspirando a generaciones de nuevas bandas.

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