La importancia de leer mujeres


Alejandro García_ Perfil Casi literalEl fenómeno de cobrar conciencia sobre lo que leemos no es algo que ocurra a menudo. Generalmente automatizamos el acto de leer y perdemos de vista la sutileza de los cambios que experimentamos a través del material de lectura. Por ello el poeta británico Thom Gunn acertó al escribir que una influencia literaria no era simplemente un influjo literario, sino también una influencia en la manera en que vemos todo, en la forma como percibimos nuestra vida.

Ante la pregunta «¿Cuántas escritoras leemos al año?» es probable que la respuesta sea una cantidad inferior respecto al número de escritores que pueblan los anaqueles de nuestras librerías o la memoria de nuestro Kindle; y así, sin notarlo, nos damos cuenta de que durante nuestra vida hemos ayudado a ocultar las voces e historias que han moldeado el mundo actual.

Ciertamente, la escritura por parte de mujeres ha sido ignorada debido a la posición que poseen en una sociedad dominada por los hombres. En pleno siglo XXI aún no es extraño encontrar paneles literarios dominados por el género masculino. Esta situación contribuye a la invisibilización de la mujer y de forma sutil trata de esconder la necesidad de cuestionar las voces y concepciones que son vertidas en los libros y filtradas a nuestra mente en forma de ideas ―en muchos casos― sesgadas.

No es de extrañar que mucha de la concepción del mundo que poseemos provenga de voces masculinas, hombres que sustituyen la identidad femenina y, en consecuencia, universalizan su experiencia haciéndola pasar muchas veces por única.

La importancia de la reivindicación de la literatura femenina no solo consiste en comprar cualquier libro. El proceso crítico no debe detenerse, pues forma parte del arte; sin embargo, la conciencia que adquirimos al complementar nuestra lectura con voces antes ignoradas nos abre la puerta a la inter-seccionalidad, que a su vez permite explorar relaciones de etnia y género, proporcionando el acceso cultural y la identificación de las minorías sociales. Buena parte de nuestra mundología proviene de aquello que leemos, y si no contribuimos a mostrar a las mujeres y otros grupos tal como son, entonces estamos negando la otra mitad de nuestra humanidad, silenciando las voces de todas aquellas personas que se opongan a las representaciones patriarcales que subsisten hoy en día y que terminan por empobrecer no solo el arte, sino nuestras sociedades.

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