¿Qué podemos aprender del “satanismo” de Marduk?


Noe Vásquez Reyna_ Perfil Casi literal.jpg«¿Cuándo empieza la bruja? Lo digo sin vacilar: “En las épocas de desesperación”».

Historia del satanismo y la brujería, Jules Michelet

Fue viral la noticia de que el Congreso de la República de Guatemala tuvo una sesión para solicitar la cancelación de un concierto de black metal y prohibirle el ingreso al país a la banda sueca Marduk. Los diputados afirmaron que las letras de las canciones de la banda “van en contra las buenas costumbres de los guatemaltecos ya que incitan a la violencia y el odio a la religión

Después de esa prohibición de ingreso al país que coincidió con la misma prohibición para Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, los memes no se hicieron esperar, incluso todos tuvimos en Whatsapp un video muy bueno y explicativo sobre el asunto.

Pocos días después de estas censuras surrealistas, a fans guatemaltecos de las bandas de death metal Cannibal Corpse y Napalm Death les cerraron en la cara las puertas del lugar donde se llevaría a cabo el concierto, que fue cancelado minutos antes del inicio. ¿Hay aquí un patrón?

La mayoría de diputados al Congreso de Guatemala dicen llamarse cristianos, y luego recuerdo varias frases sobre este estado corrupto, religioso y pro-vida que ve perversiones en todos lados pero no se pronuncia sobre las más claras: “Diabólico fue encerrar a 56 niñas en un cuarto y quemarlas vivas”, escribió una persona cualquiera en Facebook, y entonces pienso en la brujería y el satanismo.

Estamos presenciando cómo la Edad Media resucita en este siglo XXI con su adulterio desmedido entre Estado e Iglesia. Según Jules Michelet, “La iglesia, que ve en la vida sólo la prueba, se cuida mucho de prolongarla. Su medicina es la resignación, la espera y la esperanza de la muerte. Amplio campo para Satanás. Lo tenemos ya convertido en médico, en curandero de los vivos. Más aún, en consolador: tiene la complacencia de mostrarnos nuestros muertos, de evocar las sombras amadas”.

Al ver el video subtitulado de Marduk, Frontschwein, que tiene una narrativa sobre guerra, presiento a qué se refiere Michelet:

Horizonte agrietado, suelo sangrante, la ruina fría se ramifica

Cayendo en polvo lívido – surgen profetas de acero

Warbound! Frontschwein!* de vuelta a la línea de la pantera

Voluntariamente triunfando en muerte eterna, decadencia, ruina.

– Sin embargo, la única victoria pertenece a las moscas.

Al prestarle atención a Priests Of Sodom, de Cannibal Corpse, hasta puedo pensar en una alegoría de todos los sacerdotes y/o pastores pederastas impunes hasta ahora, pero claro, eso es solo una idea vaga…

Cuando pienso en Satán también recuerdo esa magistral conversación entre Dios, el Diablo y Jesús sobre una barca, escrita por José Saramago en El Evangelio según Jesucristo, o a ese demonio tan humano que dibujó John Milton en El paraíso perdido. Es decir, pienso en las posibilidades de cuestionamiento que nos da esa figura que podría tener rostro de niño más que uno desfigurado por las llamas. Quizá el temor profundo al pobre diablo provenga del reflejo de todos nuestros rostros humanos.

Censurar al diablo sería quitarle al mundo occidental cristiano su mitad oscura para el autoconocimiento. Ya sabemos qué significó censurar a las brujas. Esas llamas fueron reales y surgieron del miedo.

Sería como quitarle una de las caras a la misma moneda, como lo dice Michelet: “El diablo no es nada menos que un dogma, unido a todos los otros. Atentar contra el eterno vencido, ¿no es acaso atentar contra el vencedor? Dudar de los actos del primero lleva a dudar de los actos del segundo, de los milagros que hizo precisamente para combatir al diablo. Las columnas del cielo tienen su base en el abismo. El aturdido que remueve esta base infernal puede hacer temblar al paraíso”.

*Cerdos en la línea de guerra (traducción libre del alemán), un insulto a los soldados.

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