Fidel: el mito y el resto


Eynard_ Perfil Casi literal

“No existe nada de épico,
y sí mucho de prudencia,
en la muerte natural”.

Abuela de Juan Almeida

“A veces creo que nos encandilaron con tanta luz
y pasamos por el lado del futuro sin verlo […]”.

Leonardo Padura

“[…] esta revolución, crecida en el castigo,
es lo que pudo ser y no lo que quiso ser”.

Eduardo Galeano

 Fidel Castro murió el viernes 25 de noviembre, irónicamente un Black Friday, día de ofertas para la consumición total en casi el mundo entero, a lo mejor menos Cuba. Y la muerte de Fidel diría que prácticamente significó la muerte de un inmortal, de alguien que casi era considerado como un dios en relación con toda la mitología que rondaba a su alrededor: sus poderes mágicos de persuasión para dirigir masas exultantes de socialismo (“esa capacidad de crear, ese sacrificio, esa generosidad de unos hacia otros, esa hermandad que hoy reina en nuestro pueblo”); su inmunidad divina ante unos 638 intentos fallidos de asesinato por parte de EE. UU. y la CIA (38 con Eisenhower, 42 con Kennedy, 72 con Johnson, 184 con Nixon, 64 con Carter, 197 con Reagan, 16 con Bush papá y 21 con Clinton), que van desde “cigarros explosivos hasta mujeres fatales”; su poder de convencimientopara que, según dicen, la ex Unión Soviética le patrocinara guerrillas y misiles y el mismo régimen castrista a cambio de la venta de azúcar a precios altísimos, y para que Argentina le enviara no sé cuántos miles de autos a cambio de un pagaré firmado por Castro; su poderosísimo encanto que parece que hacía que los mismos cubanos compartieran la sensación de sentirse encantadores también, según dice Jon Lee Anderson; su astucia y viveza ante los problemas de evacuación de la isla en el caso Marielitos  ̶ en decenas de botes que navegaban desde Miami hacia Mariel, el lugar en donde se recogerían a los emigrantes cubanos, Fidel ordenó enviar a los presos más peligrosos de Cuba en tales botes, además de enfermos mentales y otra gente de calaña similar, asunto que los gringos se tardaron un poco en percatarse ̶ ; sus dotes de estratega para que incluso iniciara prácticamente el proceso del fin del régimen del apartheid sudafricano  ̶ Mandela incluso le agradeció personalmente a Fidel tal gesto en 1991 ̶.

También están sus eternos discursos de horas y horas y horas; el hombre que dormía solo cuatro horas y cuya jornada de trabajo terminaba casi a las seis de la madrugada durante 49 años, tiempo que duró el régimen, tiempo en el que transcurrieron 11 presidentes en
EE. UU. y 19 en Guatemala  ̶ debido a golpes de Estado, presidentes provisionales por renuncias, merequetengues de mafias políticas y demás azares del destino ̶ , tiempo en el que en su isla ya no muere nadie de hambre y el analfabetismo es también un mito, algo inexistente, tiempo en el que se envían más doctores que cualquier otra nación a países que necesitan por montones y también tiempo de una leve represión, pero represión al fin, de donde surgieron/sufrieron las Damas de Blanco y Reinaldo Arenas, entre tantos otros.

Pues bueno, entre estos asuntos parece que este es el Fidel que se hizo leyenda en la realidad, en una durísima realidad, pero, incluyendo un comentario en Facebook por el que sentí que casi era linchado virtualmente –interesante medio de libre expresión tan neoliberal–, me sigo preguntando: ¿Fidel héroe o dictador?, ¿por qué tanta gente hija de revolucionarios huyeron de Cuba?

Es indiscutible es que Fidel es indeleble, a pesar de que Raúl, su hermano, ha reformado en gran medida el país económicamente, y ahora no se dividen entre comunistas y capitalistas, entre los que apoyan la revolución y los disidentes, sino en los que tienen CUC (la moneda convertible para poder comprar bienes y servicios) y los que no  ̶ se dice que para conseguir los CUC lo podés hacer a través de servicios turísticas formales e informales, remesas de parientes fuera del país y a través del mercado negro  ̶ .

Juan Almeida, disidente cubano, expreso por inconformidades políticas e hijo del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, compañero de Fidel y de Raúl en la Sierra Maestra y expedicionario del Yate Granma, dice que “Fidel Castro ha sido controversia, devoción, división, vanidad, insolencia, desunión, vicio, pecado, crueldad, creencia, cordura, bondad, arrebato, religión, ateísmo, necedad, injusticia e infamia”.

Nunca faltarán los que compararán y compararon en esa publicación facebookeana de la que hablé, y por los días de los días, a Cuba con Guatemala, paisito mío en donde de alguna manera u otra siempre salimos perdiendo, y en la que desgraciadamente ya se olvidaron a 200,000 muertos oficiales durante el conflicto armado que bien podría decirse que no sirvieron para mucho, aunque esa es harina de otro costal. Cuba parece que es un país en donde tenés alimento seguro, aunque sea de manera escasa pero tenés, y por eso al menos supongo que nadie se muere de hambre, también es un país en donde tenés techo seguro, aunque se esté cayendo a pedazos pero tenés, y también es un país en donde según dicen que la medicina escasea pero también la tenés al alcance de la mano y a lo mejor no la necesitarás mucho si no te balearon o acuchillaron en el bus o a la vuelta de la esquina. Qué se yo, simple guatemaltequito opinando desde afuera, cosa que tanto nos molesta cuando lo hacen sobre Guatemala, donde al no vivir en este infierno todo parece facilísimo de arreglar y que si naranjas, maraña más jodida en la que estamos todos metidos en este mundo.

En fin, creo que el problema de Fidel para con la revolución fue como de conocimiento humano, además de quedarse en el poder más tiempo que nadie en estos tiempos modernos, cosa que verdaderamente creo que es inaceptable porque creo que ahí sí todos concordamos en que el poder por tanto tiempo nos vuelve algo locos, ¿no?, pero decía que el problema revolucionario fue en no ver a tiempo que el ser humano como ser humano no solamente necesita cumplir con sus necesidades básicas para ser feliz –cosa que obviamente es más que necesario y en muy pocos países de todo el planeta esto se cumple–, porque siempre vamos a querer más para desarrollarnos por completo: más cosas si ya tenemos lo suficiente, más retos para implementar nuestra intelectualidad si ya tenemos el estómago lleno, más mundo si solamente conocemos uno, etc., etc., etc., es decir, que fijo que el mojado de Huehuetenango que huirá como única salvación de lo que lo vio nacer, ¿pero cuando sea ingeniero con doctorado también lo será o querrá huir como otros miles?, y el que ya es ingeniero y vive en la lívida Ciudad de Guatemala, aunque cueste un mundo encontrar un buen trabajo, ¿sería feliz ante tanta limitación a pesar de que no lo pasa de lo más lindo en este pedazo de sol que lo vio nacer?

Ni modo, la verdad es que esto ni nos quita ni nos pone, solo es pura especulación al estilo de los mejores inmortales que se inventó Borges hace algunos años, y ahorita que me acuerdo todo esto viene a que ya me esperaba todos los posts facebookeanos de “Hasta luego Comandante”, de “Vivirás por siempre Comandante”, de “Patria, muerte y libertad” y cosas de ese tipo cuando me enteré, ese Black Friday, de la muerte de Fidel el Inconquistable, de tanta gente que, como dijo una amiga, no creo que aguantarían mucho tiempo con comida racionada e Internet lento.

P.D.: más tarde tengo que ir a la capital –salir desde mi burbujita antigüeña en donde ni libertad para poner un diablo que se parece a la alcaldesa tenemos, imagínese usted– y me la pienso si ir en camioneta o no, porque últimamente me ha estado cayendo mal eso de que te asalten a cualquier hora, lo que te hace la inseguridad, maldita inseguridad, y, sin embargo, no tengo tanta plata para pagar gasolina y parqueos privados, maldita pobreza clasemediera…

¿Quién es Eynard Menéndez?

¿Cuánto te gustó este artículo?

Califícalo.

0 / 5. 0


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

desplazarse a la parte superior