¿Qué nos motiva a leer?


María Alejandra Guzmán_ Perfil Casi literalQuisiera que usted se pregunte: ¿Por qué leo? ¿Leo por placer o me siento obligado a leer? ¿Leo por vanidad intelectual o para reflexionar sobre los temas más profundos de la existencia humana?

Obviamente, ninguna respuesta es correcta o incorrecta, simplemente son perspectivas individuales. No obstante, si me siento obligado a leer o si leo solamente para alimentar mi vanidad intelectual, no estoy sacando un provecho real a las lecturas que hago. Considero que la lectura mejor aprovechada es aquella que nos hace reflexionar y que nos saca de nuestra zona de confort.

“Hay que leer por cultura general”, reza la premisa más trillada que existe en cuanto a hábitos de lectura se refiere. Y digo “trillada” porque cabe preguntarse: ¿Para qué me sirve la cultura general? Quizá la pregunta tenga respuesta pero ninguna que sea tan satisfactoria como para leer solamente por tal motivo.

Sin embargo, ¿qué pasaría si a usted le dijeran que mientras lee usted conoce a otro ser humano? ¿Qué pasaría si le explicaran que nadie tiene porqué decirle qué leer y qué no, sino que la lectura debe ser fluida y amena? Posiblemente, la lectura en su vida tomaría un giro distinto, usted reinventaría el hábito de lectura de tal manera que cobraría un nuevo sentido en su diario vivir.

Admito que hasta hace pocos meses estaba obsesionada con la idea que yo como redactora debía estar anuente a leer cuanto libro, periódico o revista me llegara a las manos para fortalecer mi cultura general. Si bien la lectura enriquece mi labor, esa idea de estar obligada a leer casi toda la bibliografía existente es errónea y abrumadora. Sin importar qué profesión se ejerza, se debe leer por placer y no por obligación.

Por supuesto, hay ocasiones en las cuales se deben leer reportes, informes, documentos legales o cualquier lectura que sea imprescindible para nuestro ámbito laboral o incluso personal, no obstante, para tener la suficiente capacidad cognitiva para comprender textos, debemos empezar por fortalecer este hábito leyendo lo que realmente cautive nuestra atención.

Y no se trata solamente de leer de una forma pasiva; se trata de hojear los libros una y otra vez, leer textos en voz alta, comentarlos y disfrutarlos. No podemos darnos el lujo de leer porque leer es bueno; hay que leer porque queremos hacerlo, porque tenemos la voluntad de dejarnos llevar por los senderos hacia donde las letras nos conduzcan.

Sé que muchas veces las limitaciones de tiempo no nos permiten leer de esa manera, sin embargo, sería invaluable darnos la oportunidad de experimentar esa simbiosis mágica entre libro, autor y lector, ya que a fin de cuentas, leer un libro es entrar al imaginario individual de una persona con una ideología particular, con una historia de vida única y cuyas emociones son tan peculiares que ha determinado plasmarlas en un texto.

En otras palabras, cuando leemos conocemos un mundo nuevo, un mundo único, ya que un libro abierto es el corazón de quien por alguna razón no pudo dejar fluir sus sentimientos de otra manera que no fueran las letras. Por esta razón, en honor a quienes desnudaron su sentir por medio de una pluma, experimentemos el placer de leer libres de prejuicios, barreras y vanidades.

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2 Respuestas a "¿Qué nos motiva a leer?"

  1. ¡Gracias María Alejandra! Soy escritora y me siento muy reconfortada por tus palabras. Escribir es un acto intenso, que busca una profunda comunicación con otra persona para vencer la soledad y el aislamiento al que todos estamos sometidos por nuestra condición humana. Sea cual sea el camino de la obra (el fracaso o el éxito) el autor ha puesto ahí su alma y su pasión, para que otro pueda pensar y sentir en consonancia. Por eso es tan importante tu mensaje al lector: cada vez que leemos, la vida de otro nos impacta y nos cambia de alguna manera. Y la vida del autor ha cambiado al escribirla…

    1. María Alejandra Guzmán dice:

      Muchas gracias por sus comentarios. Saludos desde Guatemala.

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