Buscando la vida para tratar de vivirla


André González_ Perfil Casi literalLa vida está en otra parte, de Milan Kundera, es de las novelas que logra fascinarme de distinta manera cada vez que la leo. En algunos momentos ha sido una necesidad literaria y personal, en otras, una manera de soñar, viajar y añorar. Jaromil y Xavier, la realidad y los sueños, la decepción y el ideal. Jaromil desea vivir la vida de Xavier y ha escrito algunos textos respecto a él. Quizá nunca logra estar en su sitio y concibe sus días como una ensoñación de él.

El poeta siempre tendrá frío, morirá gracias a él, buscará un sol de poesía que le proporcione calor; no lo encontrará. Quizás no lo ha buscado en el lugar propicio, siempre le será esquivo. Pasará noches de desvelo buscando las metáforas, ellas tan caprichosas se resistirán a la pluma que se fatiga en su mano, irán en busca de otros dedos. Se plasmarán en líneas lejanas a su puño, que dará tantos golpes contra la pared de las ideas que se fugan y confunden.

El poeta es la imagen de la frustración. Su lugar siempre será desplazado sin saber a dónde. El poeta no sabe llorar, nunca entendió que su vida estará lejos de él o de cierta manera muy cerca. Llevará la línea de los deseos de su madre. La vida truncada de ella carga demasiadas cosas. Él las lleva en la espalda, son esas penas sin compresión, de las que nunca se llega a saber el origen.

La madre no sabe vivir sin el poeta, él tampoco sin ella. Los dos se llevan a las profundidades de lo nunca realizado. Ella no logró experimentar la existencia por ni para ella misma. La cadena de insatisfacciones se repite hasta la eternidad como una espiral diabólica.

Vivir la vida de alguien olvidando la propia, o no darse cuenta siquiera de su propia existencia. Vivir no es solamente respirar. Así, sin tregua, hasta que la vida les dé descanso. Parece que es la constante de madres e hijos, esa incapacidad mutua de desprenderse. Es que nadie nunca está en su lugar, o si es así, no se entera.

Las insatisfacciones que llevan generaciones arruinando la existencia de alguien no se disiparán en un suspiro o con unos cuantos poemas mal escritos. El poeta tiene necesidades sin entenderlas o sin llegar a saber cuáles son. La madre vigila por todos lados sin necesidad de estar presente, sus ojos guian sus pasos y cuestionan sus actos. El poeta tiene miedo, le angustia vivir, se cansa de no existir en verdad. No puede intimar con la pequeña pelirroja sin encontrar en los ojos de ella la mirada inquisitiva de la madre.

Las ideas de libertad de Jaromil siempre serán contradictorias en su entorno y su sociedad llena de represiones sublimes. El poeta es una frustración hecha realidad. Un ideal inexistente, una madre dentro de su mente que desea vivir en él la realidad que nunca ha logrado concebir. Ella siempre será una fugitiva, escapará de tantas cosas que al final no sabe de qué está huyendo. El poeta sueña, las horas para la madrugada siempre estarán lejanas. Sus poemas nunca llegarán a trascender.

Irse sin un boleto de regreso también es una necesidad; él nunca lo logró. Trató de llegar  a ese lugar donde los sueños se hacen poesía. Al poeta le faltó migrar y soñar. Sus días fueron tan cortos para vivir, el frío fue su peor enemigo. Las ideas mezcladas de verdad solo dieron fruto en su tumba, olvidada después de dos días, donde las flores se han resistido a crecer.

¿Es necesario pensar tanto en alguien tan insignificante? Son tantos los poetas frustrados que se ven en sus versos sin publicar, en la nube de su muerte. Un padre inexistente y un montón de desengaños. ¿Dónde es posible cobijarse? El viento, los días, la hostilidad de Praga. Ese aire que emana olor a los cañones de la invasión, tantos sueños truncados.

La pregunta recurrente es: ¿dónde está la vida? Si está en otra parte, es necesario buscarla en todos lados. Es que no es posible perderla, siempre tendrá líneas inconclusas. Los instantes húmedos en la soledad del poeta dan más colores a su nube. Vive entre lo que surge por los escondrijos de su mente y la realidad. Es tan satisfactorio ser comunista, es la época, es un estar en contra o a favor. Jaromil busca en la universidad ese equilibrio entre la vida artística que se va deshaciendo y la militancia en ese nuevo mundo político. Quiere estar en todas partes y nunca llegará.

Xavier seguirá pasando de un sueño a otro sin nunca despertar por completo. El poeta morirá de frío debido a su cobardía.

¿Quién es André González?

 

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