La primera novela anti-imperialista de Centroamérica


Francisco Alejandro Méndez_ Perfil Casi literalEl siglo XIX para Centroamérica fue un periodo en el que transcurrieron independencias, anexiones y desanexiones, federaciones, turnos entre liberales y conservadores y, finalmente, las fundaciones de cada república. Luego surgieron preguntas como «¿Quiénes somos los guatemaltecos?» «¿Quiénes somos los salvadoreños?», cuyas respuestas más atinadas las dio la literatura con textos reveladores.

Uno de ellos viene a mi memoria justo ahora cuando Centroamérica pareciera más desunida que nunca y sus gobiernos a la deriva padecen convulsiones sociales similares. Incluso en Costa Rica, donde hasta hace un par de elecciones la democracia siempre había sido alternada por dos partidos, existe un dilema respecto a las próximas elecciones en las que uno de los candidatos profesa ideas religiosas del siglo XIX, precisamente.

Sin más preámbulo, me refiero a la novela El problema, de Máximo Soto Hall, autor guatemalteco nacido en 1871 y fallecido en Argentina en 1944 ―casualmente, dos años de revoluciones―. Esta novela fue publicada en Costa Rica en 1899, apenas un año después de la guerra hispano-estadounidense y en una época en que la intelectualidad americana veía pasos de animal grande con las políticas expansionistas de Estados Unidos. Además, esta obra es considerada de anticipación, dado que su trama se ambienta en la primera treintena del siglo XX.

La novela pretende recrear un ambiente hipotético en el que América Central llegaría a ser anexada a Estados Unidos ―o eso es lo que manifiestan un par de personajes―. «En las puertas de las casas asomaban sus cabecitas rubias y sus rostros encarnados los niños sajones, viendo con sus ojos azules de impasible mirar a aquella naturaleza que talvez los albergaba con odio». En este mundo utópico en la región ya se habla lengua inglesa y prácticamente todo pasó a nombrarse en ese idioma. La historia inicia cuando Julio regresa de Europa en barco. El lugar es significativo, pues el buque ingresa por el maravilloso río San Juan hacia New Charleston, o sea la actual San Carlos, en Nicaragua. Julio se percata de los cambios ocurridos en la región y se encuentra con un padre alucinado por la cultura estadounidense. Por otra parte, el protagonista, un héroe idealista, se debate entre el amor de dos mujeres con ideales contrarios.

La ambigüedad en su narración hizo que esta novela fuera leída en aquella época como pro-imperialista, sin embargo, la ironía de su discurso y su humor negro llegarían a darle un significado contrario, convirtiéndola más bien en la primera novela anti-imperialista de la región y ―acaso― la primera de América Latina.

¿Quién es Francisco Alejandro Méndez?

¿Cuánto te gustó este artículo?

Califícalo.

0 / 5. 0


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

desplazarse a la parte superior