El ataque del patriarca (en algún lejano planeta)


Sergio Castañeda_ Perfil Casi literalLos padres creen saber cómo educar a la nena, el anacronismo de este mundo patriarcal parece haber programado a diversidad de personas, algunos son sus familiares, otros sus maestros y también están sus amigos y sus amigas quienes la llevarán, consciente o inconscientemente, a caer en el estereotipo de una “nena”, de una “mujercita”. Los arrugados de automatismo ya la programan, la joden, la persuaden y la embaucan.

“Hola, nena, qué lindo vestido, pero bájale el ruedo”. Para navidad y su natalicio le regalan Barbies rubias de vestidos rosa, juega, intenta ser como ellas, “debes ser como ellas”. Ya te cuentan de la blancura, de lo guapo de Kent, sí, el rubio Kent, el de ojos azules. Tus tíos han aportado a aquella basta colección de juguetitos, todos ellos accesorios de cocina.

“Tic tac – tic tac”. “Catapum, catapum”. La adolescencia bombardea con máximas que escuchas de sol a sol, así que robóticamente buscas dinero, blancura, “ejecutivez” a la hora de elegir a tu príncipe azul-alfa. “Puta”, “puta” y otra vez te señalarán como “puta” si intentas rebelarte, si intentas levantar la voz, si dices “no”, y entonces querrás ser sumisa y callada, aceptada, bonita.

Por favor, bien arregladita, y pintadita o no, depende de la preferencia de tu pareja; y siempre evitando los postres, pues no te querrás ver robusta para él… “tic tac – tic tac”. Hola, mujer, ¿ya quiere la cena tu príncipe azul? Ese príncipe que más de alguna vez te ha humillado, gritado y quizá, sólo quizá, golpeado; pero que gracias al discurso machista que se fue arraigando en ti, no te das cuenta de aquella situación, de esa repudiable situación.

Menos mal que te enseñaron a planchar ropas y cocinar. La monotonía es ahora tu fiel compañera en la cama, en la sala, en la cama, en la cocina, en la cama, en el supermercado y en la cama… pero no todo va tan mal, ahora ya cuentas con ese fetiche llamado dinero que puede pagarte aquel botox para tus labios, pues te persuadió tu marido para que te lo pongas, claro, a un hombre alfa lo reivindica que a “su” mujer no se le vean los años. Siempre tú y nunca tú, obligada a ser como no sos, y ahora, hasta disfrutando de tu inautenticidad.

Rozada en el exterior e incolora por dentro, una Barbie con o sin su blanco Kent, con o sin su rubio Kent, da igual. Un ser sin opinión, que esconde sus carnes “anti estéticas” con ropas a la moda parisina que le han vendido como túnicas sagradas. Que busca parecerse a las modelos de la anorexia, aquellas que aparecen en las portadas de menudas revistas, por ese prejuicio y el estereotipo que el patriarca impone. “Tic tac – tic tac”. Mientras tanto, el botox te realiza una mala jugada y se inflama, pareciese querer despegarse de vos. Mientras tanto, ya le has comprado una licuadora de juguete a tu beba. Mientras tanto, el patriarca ataca y sonríe nuevamente.

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1 Respuesta a "El ataque del patriarca (en algún lejano planeta)"

  1. Arana dice:

    -Que puedo decir de este tema-

    -Sistema patriarcal-, ese dicho nunca me a convencido, porque, las preguntas de siempre, digo…
    Una mujer, o sirve a los intereses de la madre o a los del padre, y eso resultara dependiendo de «quien» de los padres ejerza mayor influencia o «mayor necesidad»…Ya sea por esta influencia que la hija obedezca ciegamente a la madre o al padre…y en todo caso a la sociedad (enseñado por los padres, o nos servís a nosotros, o les servís a ellos)… la verdad ese sistema no obedece a un «patriarcado» o un «matriarcado»…

    Ya lo he mencionado antes, pero una vez mas…

    Si nos damos cuenta el factor común en todo esto es: «Una mujer tiene y debe servir a los demás»… esa es la consigna. A ellas se les educa para servir a algo, no importa que, pero así es…ella sirve al «marido», «a los padres»…»a la iglesia»…»al sexo»..etc..etc… hasta para conquistarlas la palabra mágica es te «necesito»…

    Pero que moralidad esta basada en el autosacrificio para servir a los demás…pues la única moralidad a mi parecer que llena esa cualidad es la del Altruismo, las mujeres son educadas en el altruismo «ella debe servir desinteresadamente»…prohibiéndoles la palabra YO, su ego, su vida propia, desear, la amistad…y todo lo que implica decir YO… y ahí desarmas detalles y te das cuenta por ejemplo «que» todas las funciones «caritativas» están institucionalizadas en la mujer, monjas, hermanas de la caridad, enfermeras, nanas, ..etc…etc..etc… ahí hay muchas respuestas..

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