Marcha pro-reforma constitucional anti-besos en Panamá

Javier Stanziola_ Perfil Casi literalSi usas la boca para besar, que Dios te perdone. Gracias a la luz misericordiosa de la Alianza por la Vida y la Familia de Panamá y los DJ’s de Radio María hemos podido comprender finalmente que la boca tiene labios para proteger la entrada a nuestro sagrado cuerpo, no para acariciar otros labios. El poder penetrante de nuestro «señor salvador» nos dio dientes para triturar alimentos, no para tentar amantes. Nos dio lengua para detectar veneno, no para asegurar la segunda venida.

Desde que se tienen registros histórico-bíblicos sabemos de individuos con tendencias a usar la boca para besar. En los casos menos lodosos, algunos colocan sus labios sobre la mejilla de otros. Los más aberrantes convierten sus bocas en batallas de lenguas conquistando gargantas lejanas. Los más depravados usan sus labios bucales para saborear labios genitales.

Gracias a la caridad de la muy caritativa Iglesia Católica hoy entendemos que sentir esa tendencia bucal no significa que debas actuar de esa manera. Sentir el deseo de usar la boca para compartir saliva con otro ser humano afecta la convivencia social serena de nuestro bendecido país. Gracias a los desinteresados esfuerzos de la cruzada pro-familia hoy estamos listos para aceptar que si dejamos que todos los humanos practiquen sus aberraciones bucales caeríamos en un barranco enlodado de placeres papayosos. Hoy, gracias a guerreros fragores como Corina Cano, Kaira Harding y, más recientemente, el gran abogado sin idoneidad, Jairo «Bolota», hemos comprendido que una cosa es ser amigos de personas que usan la boca para besar, y otra, consagrar esa papayada en nuestra sagrada Constitución.

La crisis moral que invade a nuestro soberano país se ha recrudecido gracias a los llamados de organismos internacionales matasoberanía a incluir en la Constitución el uso de la boca para besarse, contraviniendo el espíritu de todos los artículos del Código de Bioética del Ministerio de Ley Natural que legisla el intercambio de fluidos naturales y de células cutáneas entre humanos.

Es por eso que te invito a una marcha pacífica descomunal para brindar tu apoyo absoluto a la propuesta de grupos pro-familia y pro-vida de incluir un artículo en la Constitución que establezca que el Estado reconoce el uso de la boca solamente para comer sancocho santeño y beber chicha de nance ocueña. Trae tu paraguas por si llueven bombas lacrimógenas.

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