Carta a un nuevo presidente


Javier Payeras_ Perfil Casi literal_No es admisible culpar a los gobiernos anteriores de todos los desastres del presente. Lo que es evidente no admite excusas.

Olvide sus promesas, simplemente reúna a la gente más decente que encuentre y escúchela. Preocúpese de que el Estado cumpla con transparencia y efectividad. No existen fórmulas mágicas, tan solo trabajo bien hecho.

Separe al Estado del partido. No espere buenos resultados si deja todo en manos de correligionarios sin experiencia hambreados por un cargo. Sobran ejemplos del desastre que esto ha significado.

Deje de hacer campaña política. La gente confió en darle a usted el timón de su esperanza, no lo olvide. Dé la cara por ellos y no por quienes pagaron su propaganda. Talvez sea muy difícil, pero saldrá con dignidad de su cargo.

Un gobierno no se ejerce con ideologías, sino con justicia (de eso ya sabemos demasiado los guatemaltecos).

Recuerde: el pueblo no debe temerle a su gobernante, sino es el gobernante quien debe temerle a sus gobernados.

Sin devaneos acerca de las prioridades, la educación es lo más importante. Aliviar un dolor no es curarlo. Combatir la ignorancia es el riesgo más grande, pero también es el verdadero germen de la democracia.

Respete a sus críticos honestos. La crítica de los deshonestos es un cheque que no tiene fondos. Huya de los aduladores.

Deje de pensar en el inicio de su gobierno y piense en cómo será el final. Usted podrá ser recordado por las buenas o malas decisiones que elija.

Un país no se gobierna con palabras bonitas.

Dialogue con todos. Respete y trate de comprender los distintos puntos de vista.

La pobreza no solo se combate haciendo más ricos a los ricos. Eso está completamente demostrado.

De ahora en adelante sea un presidente y no un candidato.

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