La primera cineasta de Nicaragua


Karly Gaitán Morales_ perfil Casi literalMatilde Haydée Díaz Landeros (Managua, 13 de noviembre [año impreciso]-1987), conocida en el mundo de la radio, la fotografía y el cine solamente como Matilde Díaz, fue la primera mujer que incursionó de forma profesional en la cinematografía en Nicaragua. Hija del primer cineasta de Nicaragua, el también fotógrafo y diplomático Adán Díaz Fonseca, inició en el arte de las imágenes en la infancia como ayudante general y testigo de la producción de cine y en la adolescencia como asistente del proceso creativo hasta llegar a producir, dirigir y escribir sus propios documentales.

Adán Díaz Fonseca realizó más de veinte filmes entre 1924 y 1935. El 24 de julio de 1920 inauguró su primer estudio que por décadas fue conocido como Estudio Fotográfico Díaz e Hijas. En la actualidad, muy cerca de cumplir su primer centenario, es administrado por su nieta Martha Díaz, quien lo reactivó después de permanecer cerrado por muchos años. En 1920 se ubicaba en la Calle Principal de Managua, tenía un rótulo muy modesto y se anunciaba en los diarios nacionales como el “mejor sitio de fotos de la república”. El día de la inauguración fue el nacimiento del hijo menor de Adán Díaz Fonseca, Julio Díaz Landeros, hoy anciano de 98 años de edad que en entrevistas recuerda las labores artísticas de su padre y su hermana y a ella la describe como “la gran Matilde, la heroína y líder de la familia”.

Según descripciones de su hermano, Matilde fue la primera de sus hermanas que desde muy pequeña tenía inquietudes por la cámara, gustaba acompañar a su padre a los estudios y asistirlo en la colocación de luces, decorados, telones y cambio de películas hasta el punto que a los ocho años sabía revelar fotos, reparar bombillos y armar los soportes de las cámaras. Como la “boy” de su padre trabajaba desde muy pequeña, usaba boina “de varón”, fumaba en público, usaba pantalones, fue fotógrafa, cineasta, técnica de revelado, camarógrafa, guionista, productora de cine, feminista, actriz de radio, impulsora del sufragio femenino en los años cuarenta, periodista y según investigaciones de la escritora y periodista Helena Ramos, fue la primera mujer centroamericana en dirigir y ser propietaria de una radio.

Los dos hijos varones de Adán Díaz Fonseca, Adán y Julio Díaz Landeros, no se interesaron mucho por el oficio, pero sus sus cinco hijas se convertirían en las administradoras del estudio y entre ellas sobresalió Matilde Díaz Landeros. El estudio fotográfico fue manejado por Adán Díaz Fonseca hasta 1950 cuando se retiró para ejercer el cargo diplomático de encargado de negocios de Cuba en Nicaragua, dejó desde entonces y de forma definitiva el negocio a sus hijas.

Matilde y su padre viajaron a inicios de los años veinte a Guatemala para buscar un estudio de cine donde posproducir sus películas. En Guatemala se asociaron con el empresario Carlos Matheu, propietario de Estudios Cinematográficos Matheu. Desde 1922 filmaban con una cámara Prestwich en formato de 35 milímetros. Al observar que en Nicaragua se producía un poco de cine y no había una institución que aglutinara a los camarógrafos inquietos, en 1925 inauguraron la Academia Cinematográfica de Nicaragua, una escuela de dos aulas que funcionaba en la casa contigua al estudio. Enseñaban “técnicas de cine”, maquillaje, iluminación y vestuario. En esa escuela Matilde enseñaba a adolescentes de su misma edad cómo filmar y producir cortometrajes. Su padre era el profesor de los varones en la otra aula.

Ese mismo año abrieron una convocatoria para un concurso de cine al que llamaron Premio Nacional de Cinemáticos dirigido a creadores de cine nicaragüenses o extranjeros. Al concurso se presentaron once obras fílmicas y Matilde fue la encargada de catalogar, crear las fichas técnicas y preparar los paquetes para el jurado. Con su padre iniciaron en 1927 la producción oficial para el Estado, que consistía en anuncios comerciales de las instituciones y después estos cortos se exhibían en los teatros Variedades y Margot. También filmaban películas cortas de servicios privados en eventos sociales como bodas, cumpleaños y otros. En 1924 fundan la serie Revista Cinematográfica de Nicaragua, que coleccionaba lo que ellos producían y se enviaban a las principales ciudades del país para exhibirse en los cines. Filmaron así documentales para los gobiernos de los presidentes Adolfo Díaz Recinos, José María Moncada y Juan Bautista Sacasa en un período de nueve años consecutivos.

Entre los acontecimientos históricos importantes que filmaron se encuentran la llegada de los marines de Estados Unidos en 1927, toma de posesión del mando de los tres presidentes para quienes trabajaron, el último fusilamiento legal que se hizo en Nicaragua con el pueblo como público, juegos deportivos, veladas en el interior del emblemático y aclamado teatro Variedades que tuvo su apogeo en los años diez y veinte antes de ser destruido por el terremoto de Managua en 1931; representaciones teatrales, la inauguración del Monumento Poético a Rubén Darío, entierros de personajes ilustres, el terremoto de Managua en 1931 —para el que, como cineasta local reconocida, fue contratada por la agencia Paramount Newsreel— entre muchos otros.

La fórmula Díaz posproducía en Guatemala, a donde Matilde viajaba para presenciar todo el proceso de armado de las películas. Allí editaban, añadían intertítulos y después, cuando llegó el cine con sonido, hacían sonorización y grabación de las narraciones en un estudio de radio. Algunas de las películas conservan su voz, otras de un locutor desconocido y dos fueron narradas por el actor nicaragüense Gabry Rivas. Con Gabry compartieron créditos porque él fue guionista, autor de textos literarios y continuista en muchos de sus filmes. Rivas había regresado a Managua de actuar en Hollywood y se sabe que conversaron de una posible producción de ficción, pero no se ha logrado localizar ninguna ficción consumada en la filmografía de ninguno de estos tres personajes.

En 1933 Matilde Díaz y su padre fueron contratados por el Comité de Paz de Nicaragua para realizar filmes oficiales. La primera película de Adán Díaz Fonseca donde ella aparece en los créditos como asistente de dirección es Funerales del sabio maestro Miguel Ramírez Goyena en 1927, pero en los filmes anteriores aparecía como camarógrafa o asistente de producción, compartiendo créditos con el productor Carlos Matheu y un camarógrafo de apellido Sequeira.

Su hermano Julio Díaz Landeros, en una entrevista de 2017 la recordaba: “Matilde, que era bien chispa, más que todos nosotros, disfrutó mucho a mi padre cuando él era joven, también lo ayudaba a hacer filmaciones cinematográficas y hacía de proyeccionista cuando llevaban las películas a los teatros. Ella no solo fue fotógrafa como la gente la recuerda y era la única que sabía falsificar la firma de mi padre. Ella firmaba las fotos con una pluma, en ese tiempo cada foto se firmaba a mano no como ahora que se ponen sellos o de un solo se los ponen con computadoras, y él se reía de sus bandidencias, decía que cuando ella las firmaba era más originales que las originales firmadas por él”.

En las películas que Matilde dirigió aparecen personajes de la cultura nacional como el periodista y poeta Gabry Rivas que declama ante un público, las actrices Margot Alegrett y Titina (Ernestina) Leal cuando apenas eran unas niñas presentándose en el teatro Margot —propiedad de Sebastián Alegrett, padre de Margot— y a la hermana mayor de Margot, María Esperanza Alegrett, maquillando y peinando a las dos actrices. Ambas se habían presentado en un recital en 1928 que fue el debut de Margot, Titina ya declamaba desde años antes y llegó a ser una famosa declamadora y actriz de cine.

En sus filmaciones de juegos de basquetbol aparecen deportistas del equipo de Managua y otras adolescentes de los equipos de Masaya y Granada. Vale la pena observar que la mayoría de personajes en las películas de Matilde eran mujeres. Entre las deportistas se han localizado en las imágenes a Margot Alegrett, María Esperanza Alegrett, Carmen Hurtado, Hilda Castellón, Blanca Wheelock, María Solórzano, Berta Solórzano, Toña María Raskosky, Zelmira Enríquez, Berta Raskosky, Adela y Leonor Cerna, Elena Belli, Adilia y Matilde Eva, todas jóvenes muy populares de la vieja Managua, y a la famosa basquetbolista de fama centroamericana “La negra Faria”. Realizó también un perfil biográfico para presentar en 1933 a la primera dama de la república María Argüello de Sacasa, esposa del presidente Juan Bautista Sacasa, en tiempos cuando las primeras damas ni siquiera hablaban en público ni se les tomaba en cuenta en la vida política porque las mujeres ni votaban ni decidían nada y, según los intertítulos del filme, Matilde la describe como “la mujer infiltrada nuestra en la presidencia de Nicaragua”, un expresión y un ideal demasiado avanzado para su época.

Matilde Díaz Landeros murió en la ancianidad en 1987. No se ha podido verificar la fecha de su nacimiento porque al parecer en una época afirmaba que había nacido en 1918, lo que es imposible porque entre ella y su hermano menor existen cinco hermanos y Julio nació en 1920. A la hora de su muerte no había recibido el debido reconcomiendo que merecía por ser la primera mujer cineasta de Nicaragua y las instituciones públicas tampoco han cedido un homenaje y honores póstumos.

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1 Respuesta a "La primera cineasta de Nicaragua"

  1. Raul Alonzo Rojas dice:

    Gracias,Karlin.saludes.

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