El arte y la cultura como oportunidades laborales


Diana Vásquez Reyna_ Perfil Casi literalEn nuestros países centroamericanos, el arte y la cultura siguen interpretándose como el oficio de vagos soñadores o de gente con solvencia económica que puede dedicarse a sus hobbies. Nadie ha llegado a nuestros gobiernos con reales ideas progresistas e integrales en cuanto a lo que pueden ofrecer en lo social y lo económico.

En Guatemala, por ejemplo, tenemos valiosos proyectos de artistas, productores, editores y emprendedores que están más que convencidos de que el arte es un medio para distender la indiferencia, la violencia, la ignorancia, la pasividad, el acomodamiento y tejer de nuevo la rota y aquejosa red social que se carcome a ella misma, mejorando de alguna manera y en lo que cabe, la calidad de vida. Pero estos proyectos si no son privados (fundaciones que tienen el privilegio de no pagar impuestos), terminan en el corto plazo por falta de presupuesto, por poco apoyo y publicidad, porque la administración no es lo suyo, porque se mantiene la errónea idea de que el dinero es cosa del demonio capitalista que ensucia el espíritu del arte y le quita la potestad de estar más allá del bien y del mal.

Dos ejemplos. Por mucho tiempo en Madrid lo que giraba alrededor de las puestas en escena de teatros consagrados o alternativos eran los restaurantes o terrazas para cenar antes o después de las funciones. No era de vagos adquirir un libro de cualquier tema y leerlo mientras se iba en el metro o en tren. Ahora las condiciones laborales son amenazantes para un español con título universitario, pero no por ello se dejó de hacer y consumir arte porque es parte de la cultura. Este país se toma el tiempo para medir estas actividades en la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2014-2015, la cual indica que el 62% de los encuestados leyeron libros y el 33% visitaron museos, en contraposición del 80.1% que asistieron al cine.

En México, a pesar de los hechos terribles causados por el narcotráfico, “el Producto Interno Bruto de la cultura nacional creció de 2.7 por ciento en 2012, a 2.8, en 2013, lo que representa más de 426 mil millones de pesos, y demuestra que es uno de los principales generadores de empleo, incluso por encima de sectores industriales”, según un comunicado de la Secretaría de la Cultura. El arte incluso beneficia a la economía informal* que se mueve en parques y las afueras de los museos y centros culturales.

En el lado penoso, el Ministerio de Cultura y Deportes guatemalteco gasta casi todo su presupuesto en funcionamiento, el cual no pudo ni siquiera afrontar en 2015. Los ejemplos de España y México deberían dar luces a nuestros gobiernos bananeros sobre cómo aplicar políticas económicas y públicas que fomenten la cultura y el arte, pero seguimos anclados en el siglo XVIII e inicios del XIX. Solo unos pueden acceder a “estos lujos”, para el resto queda el circo. Los gobiernos anhelan siempre convertirse en pequeños dictadores o subir de rango social robándole al fisco durante cuatro años, menos o más. Restarle capacidad económica a la educación y a la cultura es una de las razones por las que no rompemos esos círculos viciosos.

***

*La economía informal es una economía que existe en todos los países en vías de desarrollo – entre un 40% y un 60% de toda la actividad económica– y en los países desarrollados. En España se calcula que supone entre el 20% y el 25% del PIB. Es una actividad económica que no intentamos resaltar, a pesar de su importancia, por las connotaciones negativas que tiene y porque todos, aunque no lo reconozcamos, nos beneficiamos en mayor o menor dosis de ella”. Escuela de Alta Dirección y Administración, Barcelona, España.

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1 Respuesta a "El arte y la cultura como oportunidades laborales"

  1. angel garcia dice:

    Buen artículo. Saludos

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