La historia de España —y del mundo en general— registra un sinnúmero de obras científicas, artísticas y literarias pertenecientes a nombres masculinos. Sin embargo, siempre nos hemos cuestionado la presencia de las voces de las mujeres y el papel que jugaron personajes imprescindibles en la literatura de los siglos XIV y XV, entre las que encontramos nombres como Elena Quottanner, Isabel de Villena, Florencia Pinar, Teresa de Cartagena, Constanza de Castilla y Leonor López de Córdoba.
Si nos centramos en la historia de la literatura castellana encontramos ciertas particularidades en los textos escritos por mujeres. Podemos identificar, por ejemplo, diferentes tópicos que son recurrentes y abordados de manera común entre las autoras, tales como la maternidad, la humildad, la espiritualidad, el sacrificio, el amor, la vida misma y el testimonio, entre otros.
Para el caso, en las Memorias dictadas por Leonor López de Córdoba encontramos un relato autobiográfico que, además, se enmarca en un escenario de la historia política de la España medieval. La Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba es la primera obra castellana registrada en la historia y en la que se reconoce la autoría de una mujer.
Ella nació en Calatayud entre 1362 y 1363, descendiente de una familia de la nobleza española. Su origen provocó que todos los acontecimientos políticos influyeran de manera directa en su vida y en sus relaciones, ya que la colocaban en una posición que les permitía gozar de la credibilidad de su entorno, puesto que tenía acceso a los círculos vinculados con el poder político y social.
Además, el libro de Memorias de Leonor es uno de los primeros textos de autoría femenina en la literatura europea en el que el tema religioso no es primordial. A pesar de que la obra de López de Córdoba y otras más de sus contemporáneas no está orientada fundamentalmente a temas místicos, de esta tradición se extraen modelos de representación femeninos con los que identificarse. Y entre esos modelos se destaca el de la Virgen María, en su doble faceta de madre y maestra, la idea de tenerla como modelo a seguir en cuanto a su forma de vida.
En aquellos años de la Edad Media algunas escritoras aún no alzaban su voz para oponerse a los valores medievales y patriarcales que con resignación «debían» aceptar; sin embargo, fueron capaces de exigir una restitución moral, política y social. Su obra se orientó hacia la narración autobiográfica que reflejaba la condición femenina en una época en que se seguía asimilando la voz y la composición escrita al hombre. Ellas fueron las precursoras de la literatura con voz femenina y, además, del género autobiográfico.
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¿Quién es Linda María Ordóñez?
