Reflexiones de una realidad aún incomprendida. Esta es la recopilación de los trozos de una memoria desquebrajada que busca reconstruirse a sí misma, la memoria de un mundo que escribe su futuro mirando a los ojos de su historia e intentando superarla.
No se fusila con el olvido aquello que duele o se ama, no se entierran las esperanzas o los miedos más profundos que merodean en la noche. Solo se escribe, porque cuando todo lo demás resulta inútil e ineficaz, cuando el sentido y la razón votan en contra nuestra, cuando nos traicionamos a nosotros mismos y nos traiciona el mundo… Cuando eso pasa, solo resta escribir y construir con las lágrimas y los suspiros un florilegio que dignifique a la memoria. Porque si no se pudo ser feliz, por lo menos hay que ser arte.
Darío Jovel (El Salvador)
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