Un animal velozLa política es un animal veloz que se desplaza de un punto a otro en un abrir y cerrar de ojos. Lo mismo hacen los pueblos libres.El eterno retorno: secuelas, precuelas y remakesActores malos y el consentimientoLos ecos de Trofim LysenkoAguacates para cenar en EspañaArtículos recientes¿Dónde está la marea roja?Escribir: «el peor negocio del mundo». (¿Será?)El fantástico fracaso de Joker: Folie à DeuxTestigos de una iniciaciónEl tristísimo legado de «El Bromas»Gavrilo Princip: un don nadie que cambió la historiaLa verdad sobre el home officegAZeta: siete años y contandoFringe Festival: estampas desde la periferiaApología a las malas series (para quienes aspiran a escribir ficciones)No existe la historia universalDesobediencia: la clave para reconstruir un paísLa teología de la liberación (o la liberación que no fue)Tras la pista de mujeres que escriben (III): Edith Wharton y María Fernanda Ampuero¿Crónica de un fraude anunciado? La revancha de Edmundo González Urrutia«Un soldado en cada hijo»Parpadea dos veces: un perfume llamado patriarcadoAlien, Depredador y DisneyAquellas promesas de la parranda electoral en PanamáEl manicomio del UniversoUtopías de paridad e inclusiónEl comercio llega más lejos que las balasVolverQuerido Evan Hansen: un triunfo teatral, pero…El adiós de Joe Biden y los retos de Kamala HarrisEl espejismo de ser mujer y gobernar un país«¡Arráaastrenla!»«Casco Queen»: sentir para saberDos rostros, dos condenasLa violencia disfrazada de bata blancaArte Venus atadas. En marzo se re(v/b)elan la violencia y las mujeresLa Vía Sacra, colección de pinturas del artista plástico Ramiro Lacayo Deshón«Casco Queen»: sentir para saberGuatemala: el club de los aburridosCine La película centroamericana Días de luz: un verso visualLas curvas de Lola BunnyJavier Bardem cree que los españoles son minoríaSplit (veintitrés escritores en uno)Historia ¿En qué momento se jodió El Salvador?Refugio nacional Gandoca-Manzanillo (treinta años después)La ruta guaraní (II): en la vena popular de ParanáMarie Curie y la era de la simplezaLiteratura Lecturas recomendables para considerar en este añoNietzsche: llorar por la humanidadSerie Periferia: Una editorial joven con experiencia colectivaAdiós pandemia. ¿Hola, literatura de la pandemia?Música Centraka: de hip hop, terrores y horrocruxes¿Estamos ante el mejor disco de Ricardo Arjona?Chavela Vargas: espíritu rebelde80 años de Bob Dylan: el ente vivo llamado canciónOpinión Truman Capote y el erotismo de la conversaciónEsto no es una crónica de #QuédateEnCasaEl truco de Greg AbbottEl futuro del vacíoTeatro Xypna: una aproximación a lo divinoEn busca de un método completo de lectura interpretativa (III): Stanislavski y el trabajo de mesaLas manos de Roxana Campos LuqueQuién ríe al último: Stand-up o la nueva comedia en los Golden GlobesTV y entretenimiento Ser escritores en América LatinaAlien, Depredador y DisneyLa Barbaridad: Barbie en los ÓscarEl liderazgo femenino según Edie FalcoViajes Pequeña crónica de China (IV)Lo que trajo la vuelta al mundoEn las entrañas de la selva lacandona (IV)Pequeña crónica de China (II)Costa Rica Aguacates para cenar en EspañaLalia y el muy probable fin de la humanidad¿La «revolución» de los escritores?El Salvador Solito rumbo al NorteUn país tan dulceKijadurías (II): entre palmeras y almendros, caminar con el poeta de Estados sobrenaturalesGuatemala Actores malos y el consentimientogAZeta: siete años y contandoDesobediencia: la clave para reconstruir un paísHonduras El manicomio del UniversoEl espejismo de ser mujer y gobernar un paísDos rostros, dos condenasNicaragua La guerra civil rusa (Historia contrarrevolucionaria II)¡Aquí hay un cine!: nuevo homenaje documental al cine nicaragüenseDesventura: una novela de tragedias, crimen y traicionesPanamá Aquellas promesas de la parranda electoral en PanamáQuerido Evan Hansen: un triunfo teatral, pero…«Casco Queen»: sentir para saber Post Views: 0