Cada nueva película o videojuego de Batman me recuerda por qué es un personaje tan icónico en la cultura pop. Batman es complejo, matizado, conflictuado. El héroe informa su propio medio con tonalidades de luz y oscuridad que representan su misma naturaleza ambigua. El caballero de la noche es una mirada filosófica a la figura del superhéroe.
Al otro lado se encuentra el que inició todo. Superman fue el primer superhéroe de alcance masivo, el que fundó lo que ahora es una industria multimillonaria. Durante mucho tiempo Superman fue el modelo y el arquetipo con el cual se medían a todos los demás superhéroes, muchos de ellos, cabe decir, malas imitaciones del hombre de acero.
¿Por qué entonces el último hijo de Krypton yace actualmente en el olvido? ¿Por qué sus películas recientes no nos evocan la misma emoción que el Batman de Nolan o el de Matt Reeves? En mi opinión se trata de un malentendido sobre lo que el personaje es y siempre fue.
Las críticas hacia Superman dicen que es aburrido porque es demasiado poderoso, que no inspira empatía porque es un alien que no comete errores. En un diálogo de Kill Bill, el antagonista sugiere que Kal-El, a diferencia de Batman o Spiderman, amanece como Superman —su verdadera identidad— y se disfraza de Clark Kent para ocultar su perfección innata.
Pero como dice el ensayista Evan Puschak, lo opuesto es cierto. Recordemos que Kal-El llegó a la tierra siendo un bebé y fue criado por granjeros de Kansas, quienes le inculcaron valores humanos que más de una vez lo metieron en problemas con su propia gente. A diferencia de otros superhéroes que son dioses, criaturas cósmicas o playboys millonarios, Clark Kent es un periodista de un pequeño pueblo, enamorado de Louis Lane y con deseos de hacer el bien. Si nos concentramos solamente en sus poderes, ignoramos que las batallas que libra Clark son existenciales; el hombre de acero enfrenta preguntas profundamente humanas como el amor, la muerte y la ética.
Es una lástima que Zack Snyder se haya encargado de darnos un Superman oscuro y violento que nada tiene que ver con la esencia del personaje. Los fans del kryptoniano aún esperamos ver una película profunda pero optimista, con el mismo espíritu que inspiró la gran novela gráfica All Star Superman (2005), en la cual vemos al héroe «invencible» lidiando con un cáncer terminal. Si Superman nos parece aburrido, no es porque no sea lo suficientemente humano sino, por el contrario, porque es demasiado humano.
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