Soy culpable de leer menos de lo que me propuse este año. Al final de cada año siento que soy culpable de lo mismo. ¿Alguna vez leeremos todo los que nos proponemos? ¿Todo lo que debemos?
Hay tantos libros buenos, mucho más de los que podemos leer. Más de los que podemos siquiera conocer, en más idiomas de los que alguna vez tendremos la oportunidad de entender. Da miedo a veces pensar que no importa lo que hagamos, quedara tanto por saber, tanto por descubrir. Al menos, a mí me da miedo. ¿Cómo saber que invertí mi tiempo de la mejor manera?
Y, ¿a quien escucho?¿Qué recomendaciones debo tomar en cuenta? ¿Es mejor Kundera o Bolaño? ¿Murakami o Vargas Llosa? ¿O será que eso depende de la persona, del momento, de las circunstancias? ¿Será que los libros buenos son a veces mejores si los lees en el momento correcto? ¿Será que este tema es más complicado de lo que parece?
Es verdad, las resoluciones son solo eso, resoluciones. A veces se cumplen, a veces no. Cada año nuevo queremos bajar de peso, ser más sanos, leer más libros. No tengo muchas recomendaciones sobre las dos primeras, pero sobre la última, tengo un par de cosas que decir.
Lean lo que quieran. Lean bastante, pero lean lo que les interese, no lo que otra gente diga que deban leer. Esa es la única manera de llegar a ser, algún día, una de esas personas que recomienda cosas. Disfruten los libros. No lean por leer ni por salir del paso. Lean porque les gusta, porque les interesa, porque quieren saber más, conocer más.
Lean cuando haya tiempo y cuando no lo haya. Lean en todos lados. Lean en todas las formas. Escuchen a todo el mundo pero no le hagan caso a nadie. Formen su propia opinión de las cosas. Y sobre todo, háganse la pregunta: ¿Alguna vez leeremos todo los que nos proponemos? ¿Todo lo que debemos? Supongo que la respuesta es no. Supongo que, lo que importa, es que tratemos.
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¿Quién es Lissete E. Lanuza Sáenz?
