Seremos autómatas, nos impondrán órdenes y obedeceremos. El auge tecnológico será un arma filosa y bipolar, las cucarachas fucsias serán las únicas que se comerán a los libros clásicos y filosóficos mientras los humanos mimarán y enriquecerán a los best sellers y sus textos menudos y consumistas. Seremos suaves despreciando e ignorando el arte intempestiva y la declaración profunda y opulenta de la vida que nos da esta, y a cambio, elogiaremos y dogmatizaremos que el arte es elitista y excluyente creando espectáculos de payasos del entretenimiento.
Seremos indiferentes, segregados, individuales, individuales, individuales. Con la moda y alienaciones anglosajonas como idiosincrasia impuesta y marcada en nuestras ropas, en nuestras mentes, en nuestro acento, en nuestra belleza. Seremos anoréxicas por la búsqueda de la inclusión, seremos gordos por quitarles el pan y el frijol a nuestros trabajadores explotados. Los obreros bajo el sol construirán los modernos palacios donde los soberbios pomposos se refugiarán como en bunquers. Los obreros sedientos construirán los nuevos edificios del primer mundo, esos mismos obreros que ya no reirán jugando al futbol, pues este se olvidará de su condición solidaría y del altruismo al cuerpo y se fijará en millones de millones, en márquetin, en jeques y magnates que lo dañarán.
Seremos conflictos entre hermanos, entre paisanos, entre humanos. Algunas cosas son como son y nunca cambiarán del todo y punto; así que seremos racistas y clasistas. El rupestre machismo será fuerte y golpeara rostros y vientres y violará vulvas y bocas. Seremos un abrigo de piel masacrada, seremos un localizador que idiotizará, seremos maquinas manejando maquinas, seremos prisa sí; una carrera perene de conseguir billetes y despreciaremos a las ciencias sociales. Seremos hambre, seremos genocidio, homicidio, niños en las esquinas robando, seremos armas altamente tecnológicas. Seremos coca, crack y cristal golpeando al corazón. Seremos sacerdotes, ministros y gobernantes demagógicos, retóricos y sobre todo corruptos. Seremos 50 billetes de prostitución en una esquina, personas traficando personas, personas esclavizando personas.
Seremos cuerpos desaparecidos, túnicas pedófilas. Seremos botox de vergüenza en el rostro y también prejuicios y doble moralidad airosa. Priorizaremos el título ante la praxis, la ropa ante el cuerpo, el dinero ante el humanismo y el mercado ante el pan. Admiraremos y crearemos apologías a traficantes. Cazaremos a animales, enjaularemos animales y también los pondremos a pelear. Seremos sierras ruidosas y chirriantes talando árboles y praderas completas; y entonces, entonces también seremos guerra.
†