A mi profesor de Historia le molestaba que al terminar su curso alguien dijera en conclusión que Guatemala es todavía un país feudo medieval y tercermundista. Es que a pesar de la quema de brujas en provincia[1] y los cuerpos desmembrados en la capital[2], a él le hubiera gustado decir que somos “renacentistas”. Ciertamente, contamos con bastantes monumentos neoclásicos y barrocos, y nuestra ciudad continúa siendo “la pequeña villa de un pequeño señor”. Pero nuestro parangón en la historia estaría quizá un poco más lejos, en el oscurantismo que siguió a la caída del Imperio romano.
El gobierno central está en manos de militares (hasta el grado de parecer que la presidencia se adjudica al que tenga más muertes comprobadas en su historial), abundan los predicadores de las más diversas corrientes metafísicas: cristianos católicos y protestantes, krishnas, mormones, siloístas, budistas tibetanos, y un variopinto etcétera. La administración pública se ha ido reduciendo a la administración de la violencia.
Y sin embargo se mueve
Hoy en día, las comunicaciones son más rápidas, la tecnología más barata y la ciudad tiene mejor aspecto. Desde que nuestro alcalde se afianzara en el poder (16 años en el cargo) ha decidido convertir el centro histórico en una especie de “parque temático”: tiene una policía municipal armada que utiliza cascos de safari, como los que utilizaron los ingleses para entrar en Africa o la India a principios del siglo pasado, cobra arbitrios municipales imposibles de pagar para desalojar a los modestos comerciantes que antes poblaban el centro y a los vendedores callejeros los reubica en áreas periféricas del centro donde no contraríen su idea de cómo debe ser el renovado Centro Histórico. Para quienes no padecen estos inconvenientes, la ciudad parece un poco más habitable que a inicios de los años noventa. Donde antes habían cines ahora hay ventas de electrodomésticos, y en las banquetas donde antes se vendía piratería ahora hay malabaristas, payasos, músicos y pintores. El transporte que antes era incómodo y peligroso, continúa siendo incómodo, pero hasta hoy no se ha vuelto peligroso. ¿Es que realmente ha desaparecido el robo, la indigencia y le economía informal del Centro Histórico? Todo sigue ahí, pero ahora con otra cara y en diferente situación: los ladrones ya no se movilizan a pie, sino en motocicleta, lo robado ya no se vende en la sexta, sino en la vía del tren, y desde que al presidente se le ocurriera defender públicamente la despenalización de las drogas, la ciudad vive una especie de «fiebre de cannabis». Grupos de consumidores pueden observarse en cada parque de la ciudad: el Concordia, La Recolección, Parque Central y por supuesto, el San Sebastián, de cariño «San Cebollas».[3]
Parque San Sebastián
Este parque es uno de los pocos “sombreados” que aún hay en la ciudad, data del año 1784 y está ubicado en la 6ª. Av. Entre segunda y tercera calles. Recientemente, se celebró en ese lugar un encuentro de arte circense, que contó con artistas de Uruguay, Canadá, Francia, Argentina y México, todos encontraron alojamiento. El cuarto más barato de los alrededores queda en el «Hotel Miteca», (callejón de «Santa Teresa». 3a. Calle «A» entre la 9ª. y 10ª. avenidas) donde por cuarenta quetzales puede pasar la noche, y si bien las puertas de metal no están garantizadas contra ataques de AK-47, al menos brindan cierta sensación de seguridad a los viajeros temporales[4]. Para una estadía más larga, puede contar con la “Pensión Meza” (10ª. Calle y 10ª. Avenida) donde según se cuenta, se alojaba El Che Guevara cuando venía a Guatemala.
Si aún no sabe hacer malabares, pedalear en monociclo u otro “arte circense”, aquí puede socializar con trabajadores de “Caja Lúdica”, asociación que se dedica a promover dichas artes y se ubica enfrente del parque. Ahora, si ya puede con alguna, a lo mejor encuentre trabajo como voluntario entreteniendo y enseñando sus habilidades en comunidades del altiplano. Recorrer el país haciendo piruetas o cantando canciones al estilo de los antiguos juglares no necesita más que dos cosas: fibra y valor. A media cuadra, sobre la sexta avenida, queda “Trasciende”, otro centro cultural que se dedica a promover la “Cultura Urbana”, donde hallará raperos, bailarines de Hip-hop y skaters por igual.
Entre cervezas y fumadas, la experiencia puede volverse alucinante e intercultural. Tampoco se trata de un lugar sombrío al margen de la ley, pero no hay que olvidar que éste fue el sitio donde el Obispo Juan José Gerardi fue asesinado tras denunciar los crímenes cometidos durante el conflicto armado por el Ejército. Hasta nuestros días, sigue siendo un lugar frecuentado por espías gubernamentales.
Bebida y alimentos
No es recomendable que para sobrevivir se le ocurra vender artesanías, la municipalidad está dispuesta a combatir ésta forma de comercio con guardias armados con escudos y armaduras de plástico, además de unos espadines electrificados. De modo que si decide celebrar, es mejor si se aleja de la vía pública, no tanto para estar desprotegido, ni tampoco tan cercano a las autoridades como para que éstas lo repriman.
Una cantina muy folklórica y agradable, es la que atiende “Doña flori”. (Floridalma Ruiz Vásquez, en la 10 avenida y 5ª calle de la zona 1) quien ha atendido éste negocio desde hace casi 40 años. Los clientes habituales suelen ser hombres y mujeres mayores de cuarenta años, que entre copas y boleros quizá refieran alguna historia curiosa o truculenta de lo que ocurrió y aún ocurre en la zona 1 de Guatemala.
Respecto a la comida, es necesario tomar en cuenta que no hay agua potable en la mayor parte del país, y que según informe del Ministerio de Salud Pública en el año 2005, si un guatemalteco reuniera en un solo tiempo de comida la cantidad de heces que come al año, sería aproximadamente una libra. De modo que si no desea empezar con una infección intestinal su viaje por Guatemala, puede ir a cualquiera de los restaurantes ubicados en la sexta avenida. Cerca de ahí, sobre la 5ª avenida está el restaurante especializado en comida típica “Arrin Cuan”, donde podrá disfrutar de un Kac-Ik, preparado con chompipe muerto del día a 40 Quetzales el plato.
Opciones más económicas, las hallará en el mercado central (Q25.00), mercado sur 2, (Q12, Q10 y Q6) más conocido como “La Placita”, o en el “Comedor Solidario” más cercano (Q3).[5]
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[1] Según el Grupo de Apoyo Mutuo, (GAM) en el 2009, hubo137 linchamientos, con un saldo de 109 heridos y 28 muertos. En el 2010, para un total de 195, 158 linchados resultaron heridos y 37 murieron. En 2011 se registraron 44 muertes. La Policía Nacional Civil reporta un total de 13 muertes por linchamiento en 2012. Todas las víctimas fueron hombres.
[2] El 11 de junio del 2010 cuatro cadáveres decapitados fueron hallados en diferentes puntos de la ciudad: Una cabeza frente a la entrada principal del Congreso de la República, otra en la pasarela del centro comercial Tikal Futura, otra en la estación de bomberos de la zona 12 y la cuarta en la Zona 18. Solo se encontraron dos cadáveres decapitados, uno a dos cuadras del Palacio Nacional y otro en la ruta al atlántico. La hipótesis del Ministerio Público coincidía con los mensajes que fueron encontrados junto a los restos: los asesinatos eran una venganza de prisioneros que eran maltratados por grupos de poder dentro del sistema penitenciario. Aunque obviamente, los grupos de poder están vinculados a las autoridades y el hecho requirió la coordinación de varios grupos, automóviles, aparatos de radio, además de lugares donde perpetrar los asesinatos, nadie se explica cómo los pandilleros recluidos pudieron obtenerlos. Para el 31 de diciembre del año 2012, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) informó que se habían identificado 36 personas, luego de recibir unos 90 casos de cadáveres descuartizados. Para Marzo del 2013 se habían localizado 13 cadáveres.
[3] Parque Concordia: Actualmente Enrique Gómez Carrillo, 6ª. Avenida entre 15 y 14 calle; Recolección: Atrio de la iglesia del mismo nombre, 3ª. Avenida y 2ª. Calle; Parque Central: actualmente, Plaza de la Constitución.
[4] El ambiente en los moteles de la ciudad puede ser un poco “pesado”, si resultan ser expendios de drogas. El 6 de septiembre del 2005, el cadáver desmembrado de un hombre fue encontrado casualmente, cuando la policía requirió a una mujer que extraía una caja de cartón de un motel, ubicado en la 16 avenida y 6ª calle de la zona 1. Al parecer, el fallecido era un empleado de finanzas, que trataba de pasar una noche de excesos.
[5] En el año 2008, el presidente Alvaro Colom, através del “Consejo e Cohesión Social” inauguró el primer “Comedor Solidario”, en la estación del tren de la 18 calle. Actualmente hay otros dos, uno en la primera avenida y 7ª. Calle y otro frente al parque de “La parroquia”, en la zona 6. El menú no es muy variado, pero un desayuno puede costar solamente un quetzal y el almuerzo 3. No funciona los feriados ni fines de semana.
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