La Vía Sacra, colección de pinturas del artista plástico Ramiro Lacayo Deshón


Karly Gaitán Morales_ perfil Casi literalEn el contexto del 60 aniversario de la Universidad Centroamericana (UCA) —que se celebró en 2020— única universidad jesuita en Nicaragua, el artista nicaragüense Ramiro Lacayo Deshón (Managua, 1952) ha donado su colección artística La Vía Sacra, como su «pequeña» contribución a esa fecha de conmemoración y como muestra de su valoración al humanismo de esta casa de estudios y a su amistad con la oficina Coordinación de Cultura.

El conjunto (9.15 metros lineales de tela o 5.58 metros cuadrados) data de 2007 y luego de haber participado algunas de sus piezas en exposiciones individuales, llegan a formar parte de la colección de arte de la universidad, entre las que figuran pinturas y esculturas de diversos artistas. El legado de este exalumno (estudió allí Filosofía y Letras en la década de 1960, además de Arquitectura en The Catholic University of America, en Washington, D.C., Estados Unidos) estará para siempre acompañando la vida de los estudiantes que la visitarán durante sus años académicos y recibirán de ella parte de su energía y la fuerza del dramático recorrido que representa y es parte importante en el credo de millones de personas en el mundo.

El patrimonio que está dejando Ramiro Lacayo a Nicaragua comprende la exploración por varias disciplinas y cada una lo ha llevado a los confines del mundo: el cine, con sus festivales internacionales y la producción de sus documentales, rodados incluso en la península de Indochina; la literatura, que ha recorrido Latinoamérica y España; y la pintura, con su incursión en Estados Unidos, el Reino Unido, Asia y el Medio Oriente.

La Vía Sacra es una colección que ha sido comentada para este catálogo con excelentes análisis de la doctora en Filología por la Universidad de Barcelona, Mariantonia Bermúdez, el artista plástico Rodrigo González ¾curador de la exposición¾ y el doctor en Literatura Comparada por la Universidad de Orleans, Norbert-Bertrand Barbe. Con gran maestría es ilustrada por ellos para la transmisión de este conocimiento, dirigido especialmente a la juventud, que siempre ha sido la piedra de impulso para la esperanza y el futuro en todas las eras de la Historia de la humanidad.

De la serie explica la doctora Bermúdez en su texto analítico: «A pesar de que Lacayo experimentó con el dibujo y la pintura desde los años universitarios, esos trabajos no vieron la luz sino hasta la etapa de entre siglos. De ahí su primera exposición individual, Conversaciones sobre el expresionismo abstracto. […] Desde la antigüedad, el rojo se ha asociado a ideas ambivalentes y a veces contrapuestas: poder, purificación, sensualidad, cuerpos mancillados, pero también belleza. En la cultura nicaragüense, en general, los colores tienen, además, significados ideológicos definidos, especialmente el rojo que está asociado a diferentes entidades políticas, por lo que su uso en una obra pictórica genera interpretaciones semióticas vinculadas a determinadas corrientes de pensamiento y acción claramente perfiladas, por lo que es inevitable extrapolar el significado del rojo desde esta serie de pinturas que evocan el dolor que padeció Jesús».

El rojo y el amarillo son los colores que trazan una uniformidad en esta serie de quince pinturas. Normalmente la vía sacra original o las estaciones que vivió Jesús —según la Biblia— para convertirse en Cristo son catorce, pero Ramiro Lacayo ha añadido otra —como una licencia de artista—: la número quince, a la que ha llamado: Resurrección.

De esto escribe en el catálogo oficial de la colección el historiador de arte Norbert Bertrand-Barbe, quien en esta publicación comenta toda la serie, pieza por pieza: «[…] Solo en Nicaragua, o, al menos, en un país que tuviera las condiciones ideológicas de Nicaragua, podía producirse una serie como La Vía Sacra de Ramiro Lacayo. En efecto, los quince cuadros tienen un fondo rojo vivo que remite a la sangre de Jesús dentro de una representación abstracta, sin embargo marcada por la idea de la humanidad divina; idea que se desprende de la representación moderna de la figura crística, acentuada por el manierismo y contemporáneamente por la insistencia del cristianismo ortodoxo (de la Teología de la Liberación latinoamericana a la película de Mel Gibson) en dicha herida del que se hizo hombre sufrió por nosotros, más que en la forma bizantina del dios todopoderoso inquebrantable aún en el sufrimiento».

Sobre este sufrimiento humano y el contexto de una exposición como esta que no está ajeno a los padecimientos del mundo en los tiempos contemporáneos —y menos de Nicaragua en la situación en la que se encuentra actualmente— explica el autor Rodrigo González en su texto del catálogo: «Desde hace años vivimos en el país un viacrucis, el siglo XX fue de dictaduras clásicas latinoamericanas, en Nicaragua tuvimos una de las más sangrientas […] Desde que tengo memoria, cada vez decimos que ya hemos pasado de todo, el terremoto de 1972 no solo destruyó Managua, en cada una de las últimas décadas un huracán, cada uno una nueva oportunidad para robar a manos llenas, la corrupción en todo su esplendor […]. En su serie La Vía Sacra Ramiro Lacayo no dice nada de esto implícitamente hablando, pero sí lo dice de manera abstracta, lo deja a nuestra propia interpretación, lo hace atemporal; ahí está cada una de las quince estaciones del viacrucis, desde que Jesús es sentenciado a muerte en un juicio injusto y amañado, en la cárcel lo torturaron poniéndole la corona de espinas y le dan de latigazos hasta su muerte […] Ramiro agrega la resurrección que podemos interpretar como un símbolo de esperanza de una nueva Nicaragua».

La Vía Sacra es una exposición permanente inaugurada el 25 de noviembre de 2021 y estará ubicada en el Auditorio P. Xabier Gorostiaga, S.J., de la Universidad Centroamericana (UCA) en Managua, Nicaragua.

Materiales consultados:

  1. Catálogo Colección de Pinturas La Vía Sacra (Cinéma Éditions, 2021, 44 págs.)
  2. «La elocuencia del color en La Vía Sacra de Ramiro Lacayo Deshón», por Dra. Mariantonia Bermúdez.
  3. «La Vía Sacra de Ramiro Lacayo: Interpretación realista de lo abstracto», por Rodrigo González.
  4. «Estudio formal de la serie La Vía Sacra de Ramiro Lacayo Deshón», por PhD. Norbert Bertrand-Barbe.
  5. Fotografías: Digitalización de Cinéma Éditions.

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