A la medida que una nación va creciendo, va aumentando su apreciación por la cultura y los efectos positivos que tiene dentro de la recreación como en el crecimiento integral de los ciudadanos. En las grandes culturas antiguas como la griega o romana, en sus pilares de formación estaban las leyendas que contaban cómo se habían elevado como pueblo. Primero fuimos nómadas y luego seres que decidieron quedarse en un lugar y trabajarlo; a medida que fuimos trabajando ese lugar empezamos descubrir otras cosas, comenzamos a abandonar esas tareas a las que en un principio nos habíamos dedicado para dejárselas a otros, pero a la misma vez hacíamos algo más, como por ejemplo dejar de cultivar para empezar a domar bestias, dejar de domar bestias para hacer artesanías, dejar de hacer artesanías para empezar a formar nuestros propios ejércitos, y a medida que íbamos conquistando pueblos, todas esas personas conquistadas terminaban llevando a cabo actividades como las de cultivar o ser ganadero, y quizás con suerte terminaban siendo artesanos o uniéndose al ejército.
Pero, ¿qué pasaba con los conquistadores? Bueno, al tener mayor tiempo libre lo comenzaron ocupar para desarrollar otras artes. Fue a partir de entonces cuando existieron las épocas doradas en diversas culturas donde se desarrollaron la pintura, la escultura, la arquitectura, la poesía, el teatro, la oratoria, la retórica y la política (estas tres últimas siendo consideradas arte por los griegos).
Entonces, adaptemos este concepto a nuestra realidad latinoamericana. Solemos decir que en nuestros países no se acepta el arte como una forma de vida, se nos ve como locos a quienes nos gusta, pero quienes están convencidos de que su arte es parte completa y unitaria de sus vidas son vistos como dementes y tienen que ir a otros lados a explotar su talento porque esos otros países “más civilizados” sí los aprecian.
Ahora yo voy un poco más allá: ¿no será que seguimos en la condición esa de explotados y explotadores? Veamos que las profesiones más llamativas son aquellas las que se encargan de “producir”, de ser una cifra más que aporta al sistema; debemos ser ingenieros, técnicos en algo, albañiles, economistas o abogados: cualquier otra carrera que va enfocada a mantener un sistema de explotación y subordinación a nuestras vidas. Se nos ha vetado el entretenimiento y el placer por cosas que nos llenan, se nos ha olvidado que existen diferentes tipos de inteligencias pero sólo valoramos aquellas que tienen que ver con generar dinero y mantener el mercado; y aparentemente todo lo que entra en arte como innovación para mejorar nuestra calidad de vida, se nos niega.
Finalmente sólo puedo llegar a una conclusión; en nuestros países no es que no exista cultura, sino que ésta no está enfocada al enriquecimiento del espíritu, al entretenimiento personal y el reto a la inteligencia, en cambio sí lo está al trabajo, al mercado y al consumo, y este tipo de cultura en la que nos hemos estado enfocando nos mantiene y mantendrá acorralados hasta que haya un completo cambio de mentalidad. Una reformulación de la cultura y nuestro modelo de vida.
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¿Quién es Corina Rueda Borrero?
Siempre he pensado que hay una diferencia entre profesiones liberales y disciplinas artísticas. No es que no piense loable y meritorio que una persona no pueda vivir del arte. Bien por ella si lo hace. Lo que quiero resaltar es que en todas los órdenes de la economía capitalista y pseudo-capitalista de nuestros países occidentales pareciera que hasta las profesiones y disciplinas dedicadas al «espíritu» están destinadas a convertirse en mercaderías, porque esa misma es la escencia de nuestro sistema de producción, donde es inevitable que los objetos, sean de la naturaleza que sean (incluyendo los denominados objetos artísticos y objetos para solazar el espíritu) adquieren un valor monetario. El problema, precisamente, es que muchos de estos objetos naturalmente se contraponen al sistema de producción. Es ahí cuando se genera el conflicto: ¿el artista debe alinearse al sistema de producción siendo, muchas veces, incongruente con su modo de vida; o, por el contrario, debe sacrificar su congruencia para vivir alinearse a la creación de bienes destinados al consumo de un público? ¿Cómo resolver esa paradoja?
Me gusto, y estoy de Acuerdo. Dos comentarios.
1. El Real ESTATE (la distribucion del espacio), y la manera en que se ha desarrollado el Urbanismo especulativo a cambiado totalmente la forma en la que interactuamos. No esta enfocado en CULTURA y SOCIEDAD, sino en vender , especular y cobrar. Pablo García de Paredes
2. La economia capitalista, la cual te extingue si no produces dinero (y exige que consumas el que produces) es agresiva y no tiene garantias. Las personas que se dedican a explotar su arte quedan expuestas a vulnerabilidad extrema. Ejemplo? El guitarrista electronico panameno que toca inimaginablemente impresionante, pero debe tocar en la calle, y dificilmente tiene una casa o hogar.
Vivimos en tiempos criticos porque la mentalidad aristocratica de la cual en teoria planeabamos alejarnos para establecer un bien comun se ha fortalizido y muchos hemos olvidado porque fue que en primer lugar decidimos alejarnos de la cultura de prosperidad aristocratica