Pop dosmilero: un estudio de su precaria poesía femenina


Angélica Quiñonez_ Perfil Casi literal.jpgSin la capacidad para entretenerme de otra forma durante un viaje terrestre de más de diez horas, no hace mucho me encontré escuchando una recopilación de los éxitos musicales de mi adolescencia calificables como 2000’s Diva Pop. Como dicta mi compulsión para sobrepensarlo todo, distinguí dos categorías específicas para el género anglosajón: Divas promiscuas y Divas profundas, y llegué a una serie de interesantes (y adorablemente innecesarias) conclusiones sobre la forma en que percibo la poesía ahora, especialmente en el top 40. Sí, defenderé hasta mi último día la validez del pop como poesía porque sus intenciones son las mismas: resonar con nuestras emociones y suscitar una respuesta. La calidad es tema aparte, ¿de acuerdo? Así que guarden sus piedras.

La música pop que escuchaba podría sumar mi educación sentimental y sus dos enormes preocupaciones: una proyección forzada de mi sexualidad y una complicada definición de mi «identidad». En pocas y simples palabras, el dilema femenino de mi generación era cómo ser puta pero no tanto. Por un lado estaban las promiscuas (Christina, Beyoncé y Britney) invitándome a bailar sucio y negociar besos; y del otro, las profundas (Avril, Hilary y Kelly) recordándome que lo más importante era darme mi lugar y confiar en mi corazón. Sé que suena exagerado —especialmente si uno le presta demasiada atención a la lírica de I’m a Slave 4 U— pero la juventud se trata de crear sentidos y significados con lo que uno tiene al alcance, y yo tenía un reproductor de 512 megabytes, muchos libros de variable calidad literaria y bastantes revistas de moda.

Una innegable señal de que uno envejeció consiste en ese indeterminado momento en que deja de buscar «música nueva» e inexplicablemente continúa identificándose con los hits de su pasado, casi siempre argumentando que «la música era mejor antes». A primera vista se trata de un juicio subjetivo, pero solo porque me encanta investigar cosas preciosamente inútiles en Internet decidí descargar varias pistas del 2010’s Diva Pop y estudiar la evolución del género. Al parecer, la duda existencial de mis artistas ha sido resuelta: hay que ser muy puta.

En 2010 desaparecieron las divas profundas y florecieron nuevas especies de promiscuas. Cabe aclarar que en ningún momento estoy usando la palabra puta como insulto: simplemente he distinguido un incremento en el contenido sexual comparado con el emotivo. Los nuevos filos de diva promiscua se caracterizan eminentemente por su imagen. Estrellas con aspecto un tanto infantil como Ariana Grande y Selena Gómez tienen éxitos con títulos más obvios que incómodos como Side to Side o Fetish. Otras cantantes han apostado por una imagen más adulta, como sugieren las tintas bisexuales de Demi Lovato, las coloridas descripciones de Cardi B o las referencias a alcohol y sexo en las líricas de la «nueva» Taylor Swift. Otro interesante factor en juego es la diferencia entre una diva promiscua rica y una diva promiscua pobre, y cómo la glorificación del dinero (o el irónico desprecio de este) representan un nuevo factor de atractivo sexual, como evidencia la comparación entre éxitos como Cheap Thrills o Bodak Yellow.

Quizá estoy rozando las intrincaciones de una generación que ha crecido en una época más liberada: desvergonzada de experimentar con sexo y drogas y claramente más preocupada por su cuenta bancaria. Después de todo, esta década popularizó el Mes del Orgullo y el hashtag #MeToo, y así se ha abierto una conversación más resuelta sobre nuestro cuerpo, su placer y su consentimiento. Banal, artificial y efímero como parezca, el pop tiene esa capacidad para capturar con sinceridad descaro el espíritu de nuestra época y su narrativa cultural. Y quizá por eso confío en que veré un legado más permanente en mi generación gracias a Lady Gaga y no a Gabriela Mistral (guarden ese tuit).

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1 Respuesta a "Pop dosmilero: un estudio de su precaria poesía femenina"

  1. Avatar Marvin Ventura dice:

    Interesante punto de vista, excelente articulo en lo personal no he escuchado música de las cantantes mencionadas a excepción dr Lady Gaga. Comparto lo de envejecimiento al no buscsr música nueva e identificación con hits del pasado.

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