En los últimos meses se han venido escuchando un par de palabras dentro del lenguaje utilizado frecuentemente en noticias periodísticas y temas de conversación medianamente cotidianos. El guatemalteco que tiende a gustar de las modas y de lo que es únicamente de temporada, se ha visto bombardeado a través de los medios de comunicación por notas que mencionan y utilizan estas dos palabras que parecen tan alejadas en nuestro diario vivir, tan de película de la Segunda Guerra Mundial o de casos alejados en Europa o Medio Oriente, generando una opinión pública muchas veces manipulada sobre las situaciones en las que se están utilizando estos “novedosos o demoníacos términos”.
No daré definiciones, cada quien puede buscar e investigar hasta donde le plazca los orígenes etimológicos, significados varios y modificaciones legales a las mismas. Me limitaré a dar mi punto de vista sobre lo que generan y espero cada quien se cuestione a sí mismo sobre su uso, y de quienes y cómo pretenden que entendamos la construcción de nuestra historia reciente.
Palabra uno (al escucharla suele causar emociones inusitadas): genocidio (ufff…). Tal vez deseen utilizar otro vocablo, buscar términos jurídicos que logren tranquilizar conciencias y no hagan sentir vergüenza a irresponsables que niegan lo innegable, quizás escudriñando un diccionario o utilizando la epigrafía clásica logren encontrar otro término, pero no creo que consigan encontrar justificación humana a lo acontecido en Guatemala. Esta palabra, que recuerda el horror nazi, debe recordar el horror de la guerra y el horror de la muerte para luego poder exigir que se cumpla con la justicia.
Juegan con nuestras mentes y el lenguaje es primordial en este juego. Parece que la incomodidad que se siente por el uso del término “genocidio”, particularmente utilizado en el caso Ixil es personal, y digo “personal” porque de forma estratégica se le atribuyó a la vana idea de patriotismo que han construido entorno a ella, como una carga que nos haría ver mal ante los ojos del mundo. Profundizamos tan poco. Muchas personas que aparentemente se preocupan por la visión que la comunidad internacional tendrá de los guatemaltecos, ignoran cuán aplaudible fue en materia legal y de derechos humanos (que en dicha comunidad internacional son de suma relevancia y respeto) la sentencia del 10 de mayo de 2013.
Palabra dos: amnistía, únicamente quiero invitarlos a cuestionarse quién necesita o quién requiere, y qué motivos lo llevan a pretender que le sea otorgada amnistía. Este se aplica sobre el delito en sí, pues absuelve la falta, la transgresión, no la pena; significando que como figura legal logra la extinción de una responsabilidad que previamente existió, eliminando los antecedentes, y que en lenguaje coloquial pretende hacer borrón y cuenta nueva de lo acaecido.
Pero no olvidemos: para hacer “borrón y cuenta nueva” hubo previamente algo que borrar, y como todo, deja marca en el papel o en la tierra o en el alma.
Es entonces, en el caso de Guatemala, que ambas palabras se han encontrado en el ring de batalla entre la justicia y los intereses sectoriales. La amnistía busca borrar el reconocimiento del horror del genocidio. Hay quienes justifican las acciones cometidas contra las comunidades indígenas durante la guerra y hay quienes pretenden reconocerlas como algo necesario, son esos mismos que ahora pretenden reemplazar un término con otro, borrar un hecho con otro, cambiar una palabra por otra. Pero la palabra genocidio aunque fuere borrada de los expedientes legales de los culpables y sustituida por el otorgamiento de amnistía, no se podrá borrar de sus frentes, de sus historias, y la heredarán a sus hijas e hijos, a sus nietos y a todos los que nieguen la sangre y el dolor de las que hoy, a pesar de todo, bailan porque cuentan con la luz de la verdad.
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Entonces, también podría decirse que los guerrilleros cometieron Genocidio (que tiene mas lógica), porque parte de las masacres cometidas fueron efectuadas también por la guerrilla,.. pregunto… sino ofendo su sesgo ideológico… y parece que la guerrilla si lo hizo con la intención de eliminar grupos «políticos e ideológicos» distintos a ellos, eso estaba cantado «a la mierda los capitalistas y los empresarios».. si entiende (como se tipifica el delito de Genocidio en el código penal)… ironías o preguntas al aire…
Tenemos que entender, que el genocidio no se trata de «cuantos», si no de que y por (un fin)… entiende… o sea que puedo matar o golpear «solo a una persona» (una sola) y cometer genocidio (toda vez cumpla con los estipulado en el código penal como genocidio)…
Nadie niega que sucedieron atrocidades en Guatemala, pero, hay que llamarlas como es debido,.. No como dice el «diccionario», sino como se tipifica en las leyes (la realidad)… y por supuesto ser honesto.. imparcial y justo… y eso se llama justicia.. si queremos justicia, tenemos, que empezar a actuar con honestidad e imparcialidad,… aceptando las cosas como son, no como quisiéramos que fueran,.. y por justicia tenemos que aceptar lo que la ley dice que es correcto.. o si vamos por otro lado estamos pidiendo algo injusto, y eso es doble moral..
Pedir justicia y no garantizar un juicio justo… es hipócrita, es bajo… como putas!!!!… condenar de cajón!!!