El escritor como lector (y viceversa)


Lissete E. Lanuza Sáenz“Mientras más escribo, menos tiempo tengo para leer”, me dijo hace poco un amigo al que considero un escritor bastante bueno. Me reí y creo que esa era su intención, pero la idea no me abandonó ni siquiera cuando ya cambiamos de tema. Leer y escribir siempre han ido de la mano en mi cerebro y la idea de que meterse de fondo en el hábito (oficio) de ser escritor significa dejar de ser un lector, me parecía absurda, simplista.

Luego lo entendí. Hay gente que lee por placer. Hay otra que leer para aprender. Y, curiosamente, los escritores comenzamos siendo del primer tipo y, algunas veces, degeneramos en el segundo. Este amigo mío seguramente lee pensando en temas, mensajes y símbolos. Desmenuza cada página intentando descifrar el final. Hace diagramas con las pistas que va recogiendo. En otras palabras, lee para ser mejor escritor.

Y ser escritor es complicado. Requiere planeamiento. Tiempo. A veces concentración extrema. Ser lector, sin embargo, es divertido. Edificante. Es ocupar la mente a medias, distraerse sin preocupaciones. Es todo lo que no es la vida, o, a veces, exactamente lo que es la vida, plasmado en palabras ajenas.

Siempre he sido mejor lectora que escritora, quizás porque para mí una cosa viene de mano de la otra. Empecé a escribir porque quería más de las historias que otro ya me había contado. Seguí escribiendo porque poco a poco la imaginación comienza a amoldarse, a pedir otra salida. Escribo porque leo. Y sigo leyendo, porque escribo.

Leo porque sí. Porque me gusta. Porque hay historias que descubrir, personajes de los que enamorarse, misterios que descifrar. A veces, sin querer queriendo, aprendo algo de mis lecturas. Descubro el final antes de tiempo, me emociono con el mensaje escondido, aprecio los simbolismos. Otras veces, el libro me envuelve en su magia y no hago nada más que sentir. De vez en cuando creo que se aprende más en esas ocasiones.

Todo el mundo lee por una razón. Por su razón. La de mi amigo, por ejemplo, es ser un mejor escritor. La de alguna gente quizás sea olvidar. Pero yo, yo leo para vivir. Vivir con palabras. Vivir soñando. Vivir. Simplemente eso.

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6 Respuestas a "El escritor como lector (y viceversa)"

    1. Gracias!!! Imagínate …dejar de leer …suena a pesadilla!

  1. Curiosamente he tenido días en los que comparto tu opinión y hay días en la que comparto la de él. Me volví poeta porque acudí a un curso sobre poesía impartido por un poeta cubano y el mejor consejo que nos pudo dar fue «Para escribir poesía, uno primero tiene que leerla y mucho». Así que obedecí a su mandato y ahora, dos años después, tengo un libro de poemas en proceso de publicación.
    Le he dicho a mis amigos esta teoría de que los escritores y poetas leemos diferente que la gente que leer por placer porque nosotros vemos el proceso o nos imaginamos lo que el escritor quería decir al escribirlo.
    Bueno, cosas mías. Excelente texto.
    Saludos.

    1. Creo que la parte de «escritor» no se puede apagar, no realmente. Pero, para mi, eso hace la experiencia de leer mucho mas especial. Si leo y lo único que saco de un libro es una lección, pues bien. Y si leo y, ademas, el libro causó alguna emoción en mi, me distrajo, me hizo dejar de pensar como escritora, pues, mejor, no?

  2. manegarc dice:

    «Vivir con palabras» Esa es la verdadera razón por la que leemos/escribimos.

    1. Amen! Y hacerlo en voz alta, como diríamos.

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