Literatura panameña (II): Receta para ser bonita y otros cuentos

Ernesto Endara tiene 85 años —recién cumplidos hace un par de días— y yo me enamoré de él hace aproximadamente trece. Todo comenzó una tarde en medio de una clase de literatura panameña correspondiente al Diplomado de Creación Literaria que yo cursaba en la Universidad Tecnológica de Panamá.

Antes de aquella experiencia no había leído mucha literatura panameña, al menos no más allá de la recomendada en la escuela. Recuerdo al profesor —el también maravilloso escritor Ariel Barría Alvarado— mencionando una lista de escritores panameños que no tenía ni pies ni cabeza para mí, y yo, la estudiante que siempre hace preguntas, cuestionándolo acerca de qué libro debía leer yo para comenzar. Creo que te caería bien Receta para ser bonita…, me dijo, y aunque todo el mundo se rió y el asunto ahora se ha vuelto un chiste, le hice caso y fue entonces cuando me enamoré de Endara.

Receta para ser bonita y otros cuentos ganó el Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán en el año 2001 y consiste en una serie de historias sencillas, fáciles de leer. A partir de su sencillez, los cuentos de este libro logran ser irónicos y a la vez tiernos, y nos transmiten una importante reflexión acerca del oficio de escribir, de contar historias.

Todo esto puede sonar aburrido y hasta pesado, y es precisamente lo que suele suceder con los libros en Centroamérica, y particularmente en Panamá. Todo el mundo quiere escribir acerca de los misterios del universo y quiere hacerlo con palabras grandes y complicadas, pero nadie quiere escribir acerca de las pequeñas cosas, y mucho menos con palabras sencillas.

Ernesto Endara es un maestro de las palabras sencillas, de las historias fáciles de desmenuzar. No significa eso que escriba tonterías ni mucho menos, pero si hay que comenzar por algún lado en cuanto a literatura panameña, él es el mejor lugar para comenzar con el pie derecho. Así fue como comencé yo, con una Receta para ser bonita que terminó haciéndome más bonita, quizás no por fuera pero si por dentro.

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¿Quién es Lissete E. Lanuza Sáenz?