Me hubiese gustado empezar con algo profundo, un poco de metaficción, uno de esos escritos que terminas de leer y dices “eh… mejor lo leo de nuevo para estar seguro que lo entendí”. Pero ese no es mi tipo (siento una gran admiración por la gente que puede escribir así. En serio. No es uno de mis dones). En vez de eso, voy a comenzar por algo sencillo. Por el título. Por la explicación. Por la razón de ser de todo esto.
«Por qué escribimos» suena a metaficción. «Por qué leemos», sin embargo, es un tema más abierto. Es un tema personal, dirían algunos. Todo el mundo tiene sus razones, pero en el fondo, no es tan complicado. En el fondo, los motivos son los mismos expresados de diferente manera.
Leemos para vernos reflejados en otras personas, para entender cómo nos sentimos, para experimentar cosas que nunca podremos, para viajar a lugares en los que nunca hemos estado y tener aventuras mágicas que nunca viviríamos. Leemos porque hay tanto que descubrir, que sentir y que hacer, que la única manera de no perdernos nada es habitando otras personas.
Leemos porque leer es soñar con los ojos abiertos. Leemos para curarnos de las enfermedades, para experimentar el rango completo de las sensaciones humanas. Para enamorarnos, llorar de verdad y reír a carcajadas. Leemos para descubrirnos, para crearnos, para volver a ser, para dejar de ser. Leemos para olvidar. Y para recordar. Leemos porque nos hace mejores.
En fin, que leemos para vivir. Tan sencillo y tan complicado como esto.
Y, entonces, ¿por qué escribimos?
Por la misma razón. Por la misma razón.
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¿Quién es Lissete E. Lanuza Sáenz?
EXCELENTE reflexión, mi amiga Lissete…saludos
Muy bien. Yo agregaría, aunque también lo mencionaste, para preservar la salud mental y espiritual, como cualquier artista con la necesidad de expresarse; porque leer también resulta un arte. El de mantenerte fuera de la ignorancia.