Fidel. Lado B: El sueño de Satán

Ahora corresponde evaluar la figura de Fidel Castro en cuanto a lo que se convirtió Cuba tras la victoria de 1959. Tarea difícil. Lo primero que se vio en el horizonte revolucionario fue la extirpación de toda oposición, principalmente de los que sirvieron de apoyo político al gobierno de Batista. Se instauraron los juicios públicos y las ejecuciones masivas de miembros del régimen anterior. Esto evocó a la Revolución francesa con su nuevo invento moderno: la guillotina. Aquí, en el tercer mundo, somos más prácticos y menos fancy: usamos el paredón.

Surgieron inconvenientes en la victoria, empezando por la declaración de su apego a la doctrina comunista. Al principio Fidel buscó el apoyo de Norteamérica, pero al no encontrarlo, al igual que Patrice Lumumba en el Congo, lo buscó en su rival: la Unión Soviética. Estos fueron los inicios de la Guerra Fría. Aquí es donde la información y la desinformacion comenzaron a hacer difusa la búsqueda de la verdad histórica.

Entre los comandantes revolucionarios más importantes, el primer disidente de esta línea fue Camilo Cienfuegos, quien murió en un accidente aéreo indirectamente achacado al mismo Fidel por sus detractores. El otro fue Huber Matos, quien pasó veinte años preso en Cuba acusado de sedición. En el caso del Che, su línea de revolución fue comunista y no difirió de la alineación política de Fidel con sus nuevos aliados. A pesar de haber dejado al Che sin apoyo en Bolivia, lo cual conllevaría a su muerte, posteriormente envió apoyo militar a Angola, sorprendiendo tanto a norteamericanos como a soviéticos.

Cuba expropió empresas, terrenos e inmuebles a las empresas norteamericanas. Empezó por la refinería de Texaco, la cual se negó a procesar un intercambio de petróleo crudo con la Unión Soviética. Esto fue el principio del embargo económico sufrido por Cuba y que duraría décadas.

Si bien es cierto que los principales detractores del régimen eran en su mayoría exiliados cubanos de familias acomodadas, y que los encarcelados y fusilados eran opositores políticos, también se persiguió a los disidentes sexuales y a los drogadictos. En Cuba no solo había que ser cubano, sino además revolucionario, a la estampa del hijo de La madre, de Gorki.

En cuanto a la representación de la disidencia sexual, el testimonio de Reinaldo Arenas —su obra y su vida— son referentes de la marginación, el hostigamiento y la represión por parte del gobierno cubano a los homosexuales, al estilo de cualquier gobierno fascista. Fidel, de ser el liberador, pasó a ser el tirano para el que no encajaba el modelo de nación. Un Lenin que a su vez asumió su Stalin.

Transcurrió una época muy paranoica durante la Guerra Fría. Primero, la fallida invasión de Bahía de Cochinos por parte de Estados Unidos y que saldó una derrota al gobierno de John F. Kennedy, quien subvencionó a los 1,500 exiliados cubanos que participaron en la operación. De los intentos de asesinato a Fidel, solo ocho han sido reconocidos por parte del gobierno norteamericano. Hasta el mismo Kennedy, tras la humillación a su gobierno, emprendió la operación Moongose, asediando la infraestructura agrícola del pequeño país azucarero. Entre todo este torbellino de inestabilidad, Cuba lanzó su política de alfabetización y de ayuda médica digna, no solo en la isla sino en Guinea Bissau y Angola, que en esta materia lograron unos logros sin comparación entre países tercermundistas.

Los soviéticos quisieron mover misiles balísticos en Cuba durante el gobierno de Kennedy. Cuba se preparó para una invasión masiva. Victoria o muerte. Esto fue lo más cercano en que el mundo estuvo de una guerra termonuclear, pero los soviéticos pactaron retirar sus misiles de Cuba si los estadounidenses retiraban sus misiles de Turquía. Es obvio que en el juego mundial, pequeños países latinoamericanos tienen poco que influir en las decisiones de ambas superpotencias. Esto es lo que hace que la intervención cubana en Angola sea tan poética y decisiva. Otra vez me remito a Mandela, quien dijo que aunque Cuba es un país pequeño, ha influido tanto como las superpotencias a moldear el futuro del mundo. Luego aconteció el éxodo de Mariel y una Cuba abandonada por la Unión Soviética cuando esta se disolvió. Se vendrían periodos de hambre y limitaciones para Cuba en su resistencia antiimperialista.

Tengo ahora la tarea de explicar por qué este lado B se titula el sueño de Satán. Hago alusión a una novela de Anatole France, La rebelión de los ángeles, de 1914. En ella, Dios es un demiurgo decadente y tiránico mientras Satán es el revolucionario con ideales justos de redención. Satán duerme y sueña en el combate ante el dios tiránico, al cual vence y ve derrotado y encarcelado con la misma sed de justicia que tuvo Satán en la historia original, mientras que este ahora está sentado en el poder con la misma mirada despectiva de todo dictador cruel. Creo que es interesante señalar que France era un francés comunista que tuvo el don de vislumbrar lo que se vendría, señalando el error que por lo general vendría con todas las revueltas justas del siglo XX. Que después de un gobierno totalitario, la revolución, de una u otra manera, tarde o temprano se convertiría en la nueva dictadura. En Rusia, después de Lenin, vendría Stalin. China tendría su liberación y azote con el mismo Mao Tse Tung. Nicaragua con su Daniel Ortega. Camboya con su Khmer Rouge. Mientras que Guatemala, sin victoria, con sus inútiles acuerdos de paz.

Es difícil definir qué fue Fidel en la historia. Perteneció a una época muy convulsa y fue uno de los agitadores del torbellino con logros impresionantes, y a su vez con errores muy grandes. Lo cierto es que, como dijo Javier Payeras, con su muerte ahora sí se acabó el siglo XX.

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¿Quién es Estuardo Prado?