Finales de los 90’s: Retrospectiva de una época cultural partiendo de un 9-59 en la Zona 1


estuardo-prado_-perfil-casi-literalAhora que se están celebrando 20 años de Casa Bizarra, creo que es pertinente hacer un recuento de algunos episodios que moldearon el final de los años 90 en la ciudad de Guatemala, así como su continuación en otras consecuencias posteriores que siguen delineando el mapa del quehacer cultural nacional.

¿Cómo supe acerca de Casa Bizarra? Al principio, en 1998, por medio de un artículo periodístico que llamó mi atención y que condujo mis pasos a una casa-comuna artística-hippie en Zona 1. Allí conocí a Simón Pedroza, el escritor que tomó el proyecto literario del movimiento y quien lo continuó después de su cierre, pocos meses después, como Ediciones Bizarro. Simón es un buen escritor, con un estilo definido, original y de ruptura, autor del libro Yo caja, que es el que mejor recuerdo. Recuerdo a Casa Bizarra con muchos proyectos para reformar el estático panorama literario deslucido, sin energía y estancado en una lucha armada perdida.

De ahí empezó una amistad con Simón y con un quehacer alucinante. Aunque nuestros proyectos eran independientes, nos unieron muchas lecturas en la Casa Bizarra, en la Bodeguita del Centro, en el Festival del Centro Histórico (o “Histriónico”, como quieran llamarle principalmente después de los últimos acontecimientos), en El Portalito, en Las Cien Puertas, en El Tiempo, en Colectivo Pie de Lana, etcétera; además algunos encuentros de la extinta —por lo menos tal como la conocimos— Comunidad de Escritores de Guatemala. También en el CILCA (Congreso Internacional de Literatura Centroamericana) haciendo toda la bulla que se podía hacer. Se imprimieron varias revistas llamadas Pastel de moscas en formato media carta e impresas en papel kraft en las que muchos escritores participaban con sus más nuevos textos-propuestas literarias. El fin era sacudir.

Fue en las lecturas y en los after parties que conocí a Javier Payeras, que recién estaba por publicar su primer libro con Ediciones Bizarras: Ausencia en ¼ vacío, sin saber los derroteros en que nos veríamos involucrados, pero todos muy gratos recuerdos (la verdad es que me siento bien cuando estoy entre amigos). Javier se integró en proyectos posteriores como en Colloquia, el cual se perfilaría como un espacio en donde diferentes formas de expresión tendrían una plataforma de visualización y discusión, y en el que además participarían artistas plásticos performáticos y multidisciplinarios como Darío Escobar, Aníbal López y Benvenuto Chavajay entre muchos otros que desfilaron por ese centro cultural de una u otra forma.

¿Qué más recuerdo? A toda una saga de amigos escritores con discursos literarios muy buenos. Entre ellos a Alejandro Marré, leyendo poesía con su revólver en mano: ¡Marreismo o muerte! Hasta la fecha sigue en el ámbito cultural aportando su arte en el diseño e imagen para editoriales como Catafixia, la cual se ha constituido en un referente moderno de nuestra literatura nacional con nombres de nuevos escritores como Vania Vargas, Julio Serrano, Luis Méndez Salinas y Carmen Lucia Alvarado. Recuerdo el festival de Octubre Azul, en donde Marré se casaría con una vaca en el Cerrito del Carmen, acontecimiento sobre el cual escribí y por el que todavía en otros países me preguntan que qué quise decir con que se casó con una vaca.

Los nombres son varios y se multiplican enredándose unos con otros en la historia cultural de Guatemala a través de los años. Lo mejor es que todos siguen realizando propuestas interesantes, discursos que valen la pena, poniéndole valor al panorama cultural nacional como no había sido posible antes, pues las generaciones van y vienen como un destello en el cielo. ¿Efímero? Ahora, 20 años después de muchas idas y venidas, Pablo Bromo sigue siendo un escritor muy interesante (ya no rapado sino colocho) y con Vueltegato, su editorial, nos presenta propuestas literarias que valen la pena, incorporando nuevas voces que, aunque no sean de nuestra generación, sobresalen haciendo que la literatura nacional no se estanque. Vueltegato es miembro de La Valiente, un colectivo que desde hace unos años englobó la representatividad de editoriales independientes en FILGUA y otras ferias del libro. Miembros de La Valiente son también Alas de Barrilete, Ediciones Bizarras, La Maleta Ilegal y Proyecto Editorial Los Zopilotes.

Otros personajes son Pancho Torralla (actualmente conocido bajo el alias Panchorizo), mi vecino en esta histrionicidad de Centro. Ishtio Jueves (antes Antonio), con su música en Los Encuentros de la Antigua y en otros lugares. Alejandro Arriaza llevando su música a otros países. José Osorio en Caja Lúdica, con proyectos para llevar el arte a zonas marginales. Sergio Valdez Pedroni, critico cultural y cineasta de todo este proceso de manifestaciones alternas de “post guerra” (él acuñó el término). El mismo Simón, que en el edificio de Correos se amplió en su proyecto original, Ediciones Bizarras, a Folio 114, y ahora Taller Artesanal Bizarro (otra editorial independiente, por no decir esquizofrénica). En Correos también estuvo el difunto Aníbal López con su taller sobre performance. En la música, cómo olvidarlo, desde Geovanni Pinzon (uno de los fundadores de Casa Bizarra) con Bohemia Suburbana, al Neco con su complicidad en conciertos con La Tona, y Emilio Rodríguez (ya en épocas más cercanas), participando en toda presentación de propuestas interesantes como La retaguardia, organizada por el escritor Eduardo Juárez.

Lo que surgió de esta época a la larga subsiste, multiplicándose, redefiniéndose, creando nuevas “conexiones rizomáticas”, como diría Deleuze y Guattari, entre proyectos, propuestas, generaciones de artistas cómplices, lugares y espacios que llenan y nutren nuestro imaginario con ideas, sensaciones y sueños. Llenando el silencio de las noches en esta ciudad fría.

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1 Respuesta a "Finales de los 90’s: Retrospectiva de una época cultural partiendo de un 9-59 en la Zona 1"

  1. Avatar Yobana Vasquez Ramos dice:

    Buenas tardes, quería saber si hacen visitas en los colegios para vender las obras literarias
    Gracias

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