Ella es una diseñadora que encontré por casualidad en internet, autora del libro de pictogramas titulado East meets west. Los pictogramas de Yang Liu muestran algunas diferencias entre Oriente y Occidente. La parte azul representa a Alemania y la parte roja a China.
Lo interesante de Liu es que logra contraste no solo a través del ingenio, sino también a través de estereotipos culturales. Estuvo vinculada con la Escuela de Arte de Berlín desde muy pequeña y vivó en un mundo donde el universo del lenguaje no verbal ayudó a permear su obra.
La artista causó un gran impacto en muchos países gracias a la originalidad de su trabajo, muchas voces divergentes en relación con su propuesta. Planteó este proyecto gráfico basado en sus propias experiencias personales y ha definido como principal recurso creativo sus años de infancia en China y, posteriormente, en Alemania.
Lo que me es claro sin haber adquirido todavía su libro en físico es que se modela como un producto con mayores posibilidades en grandes mercados. Si bien no lo podemos clasificar como literatura, cumple con ciertos requisitos de entretenimiento y valía dentro de un contexto que pide a gritos productos con mayores dosis de originalidad.
La percepción de la gente respecto a su trabajo de comparación cultural viene ligada con el término hidden bias, que habla de los sesgos ocultos. Yang Liu toca el tema del Guanxi, forma en que los chinos desarrollan la confianza como valor cultural, asentado en relaciones que van de generación en generación construyendo conexiones muy fuertes.
Sin duda la forma de construir valor artístico es un proceso que conlleva tiempo y astucia. No todos corren la misma suerte de Yang Liu. Es más bien su contexto el que talvez favoreció su proceso creativo y su propia visión de las cosas. El ingenio, por lo tanto, no puede traducirse en ocurrencia espontánea. Se infiere un proceso controlado y depurado donde se rechaza la repetición y se apela a la observación aguda.
Definitivamente fue interesante encontrar a esta artista gráfica y tener la oportunidad de curiosear un poco sobre su obra. Sus pictogramas son propuestas claras donde puede surgir pensamiento divergente, paradoja, metáfora y significantes.
Sin duda, trabajos de esta índole pueden mejorar la comprensión cultural para enriquecer el espectro identitario. Aprender y aprehender en un tiempo nuevo, un tiempo de pandemia, pero sobre todo de búsqueda ante un nuevo esquema de cómo vivir y cómo sobrevivir.
Por cuestiones de derechos de autor no puedo agregar los pictogramas de Yang Liu aquí, pero una simple búsqueda con su nombre en Google arroja una gran cantidad de muestras de su trabajo. Esperemos sus próximas formas de hacer arte y, por qué no, de presentar los estereotipos comparativos entre las grandes potencias y los pequeños territorios en vías de desarrollo para concluir que quizá no existió mayor diferencia. Seguro habrá formas de representar el colapso en cada territorio con ciertos matices culturales.
†
¿Quién es Elizabeth Jiménez Núñez?