Siempre he pensado que la genialidad en las películas de los hermanos Coen radica en sus tramas enrevesadas. Por ejemplo, cuando una considerable cifra de dinero llega a parar a las manos de unos pobres miserables, se desata de inmediato un caos infernal y la loba insaciable de la avaricia, la codicia, el egoísmo y la traición devora todo a su paso. En su película Fargo (1996) se puede observar un inicio bastante similar al más reciente filme del director Quentin Tarantino: Los 8 más odiados (2015), en donde el ambiente exterior juega un papel primordial ya que elementos como la niebla y la nieve saturan el paisaje y son presagio del hielo implacable de las mezquindades humanas.
A propósito de la intención artística, la nieve gélida y glacial no forma parte de un simple decorado. Posiblemente tanto los Coen como Tarantino se inspiraron en el noveno círculo de La Divina Comedia de Dante Alighieri, ya que si bien los avaros y su contraparte, los pródigos, purgan sus penas en el cuarto círculo del infierno dantesco condenados a chocar entre sí eternamente y a empujar gigantescos bloques de oro, es en el noveno círculo en donde residen los más perversos, acusados de malicia y de fraude. En la mitología judeo-cristiana el infierno se concibe como una infinita hoguera ardiente, mientras que el infierno dantesco se representa como un enorme lago congelado llamado Cocito, el cual está formado por el movimiento de las alas de Lucifer.
Los Coen recrearon este infierno ártico para su película Fargo en el estado de Minnesota, en donde personajes de bribones, traidores, criminales y policías desatan una magistral trama de suspenso y comedia negra. Cabe subrayar el fascinante papel de Marge Gunderson (Frances McDormand), en donde interpreta a una mujer jefa del departamento de policía con siete meses de embarazo. Marge rompe todos los estereotipos de su personaje, siempre se le ve engullendo alimentos (esto posiblemente debido a su avanzado estado de gestación) y tiene un matrimonio apacible en donde su esposo es el encargado de las tareas domésticas. Sin embargo, posee una tremenda sagacidad para descifrar e ir recolectando las piezas de los distintos rompecabezas que representan los crímenes por resolver de los cuales está a cargo. Hay una escena bastante memorable en donde uno de los criminales, Carl Showalter (Steve Buscemi) cava un agujero en la nieve para esconder una maleta con dinero, semejándose al Avaro de Moliere cuando entierra en su jardín 10,000 escudos de oro.
Hablando propiamente del avaro como individuo podemos decir que las pasiones que lo mueven son atemporales, y aunque sus manifestaciones son acordes a su tiempo, todos los personajes avaros de la historia (reales o ficticios) comparten rasgos en común, como por ejemplo su incapacidad de mostrar un sentir que no se relacione con el dinero; es decir, todas sus sensaciones, pensamientos y reflexiones concluyen en un valor monetario y van cavando cada vez más ese pozo de autosufrimiento que es la avaricia, haciendo incapaz de cualquier empatía con sus semejantes a quien la padece.
Volviendo a Fargo, se puede utilizar la figura del personaje Jerry Lundegaard (William H. Macy) para hacer un paralelismo de la situación padecida en Guatemala durante los últimos años. Si bien él no es un político ni su trabajo es el de servir al pueblo, sí representa al orden, a la familia, al hombre que busca su sustento a través de su trabajo (al menos en apariencia) y que, sin pretender mostrarse como criminal ante los ojos de la sociedad, utiliza el crimen para agenciarse de dinero. Esto nos lleva a recordar a esos políticos que utilizan sus palabras para encantar al pueblo mientras que a sus espaldas cumplen con sus deseos de avaricia, sin ningún escrúpulo y mostrándose como benefactores en público. Jerry, al igual que la gran mayoría de los políticos guatemaltecos, llevan su avaricia en las sombras como un demonio de quien ellos mismos se avergüenzan pero que domina su personalidad. Al final, cuando la avaricia seduce a alguien, tarde o temprano este sucumbe ante ella.
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Y ésta vez también robó concepto de otros penssdores??