Curiosidad y tiempo libre


Diana Vásquez Reyna_ Perfil Casi literalPienso que muchos de los mejores escritores, artistas y pensadores fueron autodidactas; también es cierto que otros grandes dedicaron su vida a la Academia, y todos, más que académicos y autodidactas, fueron curiosos empedernidos. Su curiosidad los llevó lejos y los dejó eternos por sus ideas y en sus publicaciones.

En Guatemala te matan la curiosidad desde muy pequeño, pero los que logran conservarla también llegan lejos. Hace unos días, Enrique Pazos publicó en Nómada una esperanzadora entrada sobre la ciencia y los sueños. 

Las personas más humildes y brillantes te piden que los llames por su nombre, aunque se hayan ganado con mucho esfuerzo títulos de maestrías y doctorados. Los arrogantes pedirán que en cualquier contexto su “doctor” se anteponga no solo a su nombre, sino al sentido común y sus delirios de grandeza. Entre los políticos tenemos varios ejemplos.

Esta sociedad alimenta las apariencias. Un licenciado es más que cualquier ser humano aunque sea un abogaducho que usa pretextos-amparos para todo, en lugar de interpretar las leyes. Me han contado que algunos militares se enojan si se desconoce la diferencia entre teniente, coronel, general  y esas vainas. Al menos aquí, todos son los mismos milicos corruptos que en nada sirven al país.

Cuando buscás becas, uno de los requisitos es contar con tiempo, a veces completo, para estudiar/ investigar por dos, tres o cuatro años. Para leer y escribir se necesita sobre todo tiempo. Deberíamos criticar los estudios de fines semana y a los profesionales que son profesionales porque tienen títulos y no porque lo demuestren sus palabras y sus acciones.

El conocimiento necesita tiempo, una o dos horas para ver una película, una para ir al teatro. Por suerte se puede escuchar música mientras hacés otras cosas aunque en algunos trabajos se prohíba. El tiempo de ocio no siempre es tiempo perdido.

Aprender es un proceso que hace crecer. El aprendizaje puede ser de muchas maneras, como algo tan simple como sentarse en un parque. Siempre diferente para cada uno, lo único que requiere como inversión es tiempo libre.

En Guatemala trabajamos de ocho a cinco y luego nos encerramos, por culpa de la violencia y por miedo a esa violencia. Trabajamos todo el día y a veces no nos alcanza la plata para darnos tiempo libre. Nos enfermamos cada vez que tenemos vacaciones porque las defensas del cuerpo caen sin remedio al ya no tener que resistir el estrés.

En otros lares, el proyecto editorial Wonder Ponder plantea una filosofía visual para niños que sea una alternativa para el adoctrinamiento tradicional, quienes trabajan en él, Ellen Duthie, Daniela Martagón y Raquel Martínez, afirman que “pensar no debe y no puede ser secundario. No es lo que podemos hacer si da tiempo, sino que debe ser el punto de partida y de posterior evaluación de cualquier aprendizaje”.

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