Este 2023 cumplió veinticinco años la Editorial X, que jugó un papel fundamental en la consolidación de las nuevas voces de los escritores de postguerra en Guatemala, así como un giro en la literatura comprometida y testimonial, con un sesgo posmoderno. Fue un proyecto editorial que empezó con su manifiesto publicado en el sexto y último número de la revista Anomia, una publicación surgida en 1996 hecha por estudiantes de Letras y Filosofía de la Universidad Rafael Landívar para difundir sus textos.
¿Por qué X? Es lo tachado, lo censurado, lo erróneo o, en matemática, el factor desconocido. En sí se trata de lo que motivó a que sugiera la editorial: la falta de espacios de difusión de nuevos escritores y su creación permitió la libertad total de los discursos, dándole así una tónica contracultural a las propuestas planteadas, las cuales estaban llenas de experimentación y búsqueda de una voz personal, de un estilo propio.
Estuvieron al inicio Javier Payeras, Maurice Echeverría, Julio Calvo, Ángel López y mi persona; sumándoseles posteriormente, —en la colección de bolsillo del año 2000, llamada “Después del fin del mundo”—: Ronald Flores, Julio Hernández, Byron Quiñonez, Jacinta Escudos y Francisco Alejandro Méndez; muchos de ellos con sus primeras obras publicadas. Esta fue la primera etapa entre 1998 y 2003; una etapa de dar a conocer las propuestas de los escritores no solo locales, sino también regionales (como en el caso de Jacinta, de El Salvador), con lecturas y presentaciones en la Ferias del libro de Guadalajara y en las respectivas ferias del libro nacionales en Costa Rica, Nicaragua, Colombia y Panamá. Posteriormente vino una época de suspensión de la editorial debido a mi propia inmersión personal en el vicio; una época oscura en todo sentido.
Tras años inciertos y de inactividad editorial, la segunda etapa de la Editorial X comenzó en 2011, con la reimpresión de Los amos de la noche (reloaded), libro de mi autoría; y continuó hasta la fecha con publicaciones de nuevas voces, entre ellas: Lester Oliveros, Eddy Imeri, Evelyn Orellana, César Yumán y Álvaro Sánchez. También con la publicación de títulos de Pablo Bromo, Pep Balcárcel, Rafael Romero, Alberto Arzú, José Duchez, Mauro Osorio, Gerardo Guinea y Fernando Gudiel. De El Salvador se unieron al catálogo Noé Lima, Duke Mental y Mauricio Orellana Suárez. De México, Oswaldo Buendía; y de Costa Rica, Sebastián Arce.
En 2018 la Editorial X publicó la primera Antología LGBT de Centroamérica: Anatomía del deseo negado; compilada por Manuel Tzoc. En 2021, Territorios olvidados: quince cuentos del triángulo norte y uno más al sur, una antología regional llevada a cabo en conjunto con la editorial Los sin pisto, de El Salvador; y Mimalapalabra, de Honduras. Y ese mismo año salió a la luz la antología de cuento latinoamericano Voces desde el encierro, que surgió de un Taller de creación de relato que se impartió en línea durante la época del COVID-19.
Los cursos en línea de literatura también han sido una actividad en la cual se ha enfocado la Editorial X en los últimos años: “El año sin verano 1816: El gótico en la literatura del Romanticismo”, “Contracultura: Generación Beat”, “La literatura y el mal: Sade, Lautréamont, Battaille y Genet”, “Literatura existencialista: Sartre, Camus, Beauvoir y Solórzano” y “El club del hachís: Gautier, Nerval, Baudelaire y Rimbaud”, entre otros.
Con más de 50 títulos publicados, la Editorial X sigue proponiendo literatura de ruptura y con un manejo del lenguaje que le brinda un estilo propio, enriqueciendo y diversificando el panorama literario regional. Esta, más que una retrospectiva de mi persona como su fundador, es más bien el testimonio de muchos años de satisfacciones y agradecimiento a quienes en su momento enriquecieron este proyecto con sus libros, pero también con hacernos parte de sus lecturas.
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