«En tu ausencia, las paredes se pintarán de tristeza y enjaularé mi corazón entre tus huesos».
Bendecida 2 (El espíritu del vino)
Es un ejercicio de memoria muy interesante trasladarme 20 años atrás con los recuerdos que aún persisten. Existen sucesos que por una u otra circunstancia mantienen una presencia en nuestra vida, esos momentos que trascienden. El año 1996 tiene muchos momentos particulares en la historia reciente de Guatemala. Fue el último del Conflicto Armado Interno, también el de la tragedia acaecida en el Estadio Nacional Mateo Flores, ahora renombrado Doroteo Guamuch Flores. Y entre otras cosas, el mítico concierto de Héroes del Silencio en la extinta Plaza de Toros.
Veo hacia el pasado y recuerdo un año con mucha luz, acaso por las esperanzas que se iban forjando con los días. Había algo que nos emocionaba, los vientos de un cambio necesario. Al final lo que sigue lo conocemos: los problemas aumentaron, unas cuantas firmas no solucionaron nada y ahora hay mucha gente que desea avanzar pero los dinosaurios siguen allí.
Los meses previos al recital de la banda zaragozana fueron de una agradable espera. La desaparecida Radio Activa 101.7 FM promocionó el evento aportando un cierto misticismo. Había un anuncio donde la voz del vocalista de la banda decía: “Y entre cada palabra y sílaba pronunciada como surco áspero al recorrer, quedarán mensajes sin descifrar que escondan mentiras aprendidas”, mientras que la voz de un locutor decía “en septiembre con vos”. El fragmento anterior se encuentra después de la canción Hologramas, del álbum en directo Senda 91. Esto fue el primer indicio real de la llegada de esta banda a Guatemala. Siempre existen rumores y con el tiempo demuestran su veracidad o falsedad.
Giran muchas historias alrededor de este grupo, sobre todo de Enrique Bunbury, su vocalista, una persona bastante particular y excéntrica. Gente cercana a mi vida ha tenido el desagrado de conocerle en persona. Algunas personas no pueden ni verlo por su patanería y por considerar que desea ser un Jim Morrison a la española. Yo lo veo como un seguidor acérrimo del cantante español Raphael. También decían que es homosexual o lo continúan diciendo. Todo el morbo que representan estos músicos de cierta manera le da un toque más interesante a su concierto. Personalmente prefiero no conocer a los artistas y me limito a escuchar su música. Y si veo un concierto solo pido que exista una real entrega y comunicación con el público.
Por momentos me desagrada que la masificación haya reducido esta banda a cuatro canciones: Héroe de leyenda, Maldito duende, Entre dos tierras y La chispa adecuada. Tienen mejores temas, los cuales son para disfrutar, como por ejemplo El cuadro ll, Hologramas, La espuma de Venus, La alacena, Hace tiempo y Los placeres de la pobreza. Al final de cuentas, en gustos se rompen géneros.
Llegó el momento de saber dónde y cuándo sería el concierto. La fecha señalada fue el sábado 14 de septiembre. El precio único era de Q100. Hubo pre-venta una o dos semanas antes en el Centro Comercial Novicentro, el valor de los boletos sería de Q80. Mi abuela me dio el dinero para asistir. Siempre estaré agradecido con ella, también por muchos otros motivos.
La música y la literatura son creaciones humanas que pueden provocar todo tipo de emociones. El día señalado había llegado, las expectativas y los nervios iban en aumento. Fue el momento de beber las primeras cervezas y fumar unos cuantos cigarrillos, encontrarse con muchísimas amistades. Nos cayó una lluvia más que torrencial y nadie se fue. Al contrario, las colas aumentaban. Al no abrir las puertas, la impaciencia se fue apoderando del público. Muchos nos trepamos a la puerta y saltamos hacia el ruedo. Dudo que alguna persona no haya terminado enlodada. La cantidad de lodo que portábamos se convirtió en una de las anécdotas más recurrentes y, en cierta medida, había cierto orgullo en el hecho de tener más lodo que los demás.
Bohemia Suburbana abrió el concierto y fue una de las mejores presentaciones que le he visto. Estuvo a la talla de un público eufórico y exigente, por esos años se estaba consagrando como una de bandas más importantes del país. No le dejó fácil la tarea a los Héroes, pues estos tuvieron que aumentar la adrenalina de los asistentes.
El concierto inició con el audio de Song to the siren, daba un sentimiento de tranquilidad y relajación previo a la avalancha. “Muy buenas noches Guatemala por fin nos vemos las caras…”. El saludo hizo enloquecer a la multitud congregada. Un público con necesidad de expresarse, de ya no vivir en la represión en la cual habían nacido y crecido. La primera canción fue Deshacer el mundo, daba la impresión de que cada tema inyectaba más energía y fuerza, tanto al grupo como a los asistentes.
Fue un concierto muy visceral, gran interacción entre el público y los músicos, todas las canciones cantadas de principio a fin. No sé si ellos estaban más impactados de la locura de los asistentes o nosotros por su entrega y manera de interpretar los temas. Recuerdo que tiempo después, en una entrevista para un canal mexicano de música, el vocalista dijo que éramos de los mejores públicos que habían tenido.
Fueron 14 los temas interpretados, claro que nos quedamos con ganas de más. Muchas personas, a pesar del conciertazo que vivimos, salieron con cierta decepción porque en el repertorio no figuró Héroe de leyenda. Existen bandas que han sido y seguirán siendo famosas por una sola canción, no es el caso de Héroes del Silencio. Es casi normal que al asistir a un concierto nos quedemos con las ganas de escuchar esta o aquella melodía.
No entiendo cómo un grupo tan espectacular en directo produce discos tan malos en vivo. Para siempre, posterior a la separación, y el Tour 2007 carecen de alma. Son una secuencia definida sin espontaneidad. Los discos Senda 91 y Live in Germany tienen ese sonido que caracteriza a la banda en vivo, la imaginación y las ganas de hacer algo distinto, la misma sensación de verles en directo.
Hablo de mi generación y de lo coyuntural de este evento. Para mí marca un antes y un después. Llegan más bandas al país, no tantas como esperamos, pero abre el panorama. No ha sido el único concierto en Guatemala de esta magnitud. Bon Jovi había llegado en octubre de 1993. Tampoco fue el inicio del movimiento rock en el país, pues este ya tenía antecedentes muy marcados.
La heroesmanía y la masificación le aportaron más elementos a ese concierto, y fue algo que se empezó a gestar al día siguiente. Las canciones sonaban en todos lados, pero lamentablemente eran las de siempre, las más comerciales. Muchas personas que por diversos motivos no pudieron participar o asistir al concierto, le dieron más toques de nostalgia que gran parte de la concurrencia de aquella noche sabatina.
«(…) cegados por la voz de la inexperiencia, nos arrastramos sin pensar, a lomos del desierto hacia las cavernas, las huellas del peregrino me guiarán».
Héroes del Silencio. Los placeres de la pobreza (El espíritu del vino)
†