«La memoria se inventa episodios/ para amortiguar los inevitables accesos de oscuridad/ camina a mi lado sosteniendo un espejo./ como una vida paralela que termina más allá/ de la mía. El presente es lo que sucede donde nunca estoy…» Así escribe Luis Chaves (San José, 1969), escritor costarricense cuyo lugar en las letras latinoamericanas contemporáneas ha encontrado un espacio destacado. Y es que en su libro Falso documental reúne 20 años de producción literaria que repasa de manera singular, jugando con las imágenes como si las estuviera mostrando al lector y a sí mismo, en un intento de desempolvar el pasado y fundirlo poco a poco con el presente a manera de explicar el trayecto recorrido.
Chaves, ganador del Premio Sor Juana Inés de la Cruz y del Premio Nacional de Literatura de Costa Rica, muestra en este volumen publicado por Seix Barral la conjunción de distintos géneros adaptándose a la voz que mejor sirva al texto ―siendo algunas veces prosa, otras nouvelle y en su mayoría versos― como una muestra de adaptabilidad sensorial ante los acontecimientos de la vida, recurso que logra de manera ejemplar sin perder la estructura emocional que establece una cercanía absoluta entre «la fotografía escrita» del autor y los propios recuerdos del lector.
«Solemos pensar que una canción es buena si habla de nosotros. Debe ser que todas las vidas se parecen». Chaves capta muy bien esa lección y la repite durante todo el libro. Se nutre de la cotidianidad con un lenguaje sin extravagancias pero cuidadosamente escogido, sus temas pasan por los amores, la infancia, las obsesiones y las ausencias, los climas y las canciones, las risas y las introspecciones que van delineando cada época y remueven sensaciones universales como si de una lluvia se tratara. Esta lluvia moja la tierra y despierta los olores que creímos haber olvidado y, sin importar cuántas veces los percibamos, siempre nos parecerán nuevo.
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