Ramiro Lacayo Deshón (Managua, 1952) es conocido actualmente como artista plástico con obras expuestas en prestigiosas galerías de arte del mundo. Pero no solo la pintura es su fuerte, pues su vida artística ha sido multifacética: primero poesía y dibujo, después arquitectura, cine, fotografía y actualmente se dedica a la narrativa y la pintura. Este año se cumplen 40 años de su iniciación como cineasta y fotógrafo.
En 1978 la lucha del pueblo de Nicaragua contra la dictadura somocista se encontraba fragmentada en diferentes frentes. Ramiro Lacayo trabajó como responsable de propaganda del Frente Interno y tuvo que salir exiliado a Colombia después de anunciarse en la primera plana del diario Novedades del 11 de septiembre de 1978 que era uno de los perseguidos de la Guardia Nacional. De Colombia se fue a Costa Rica a integrarse como voluntario al Frente Sur, que operaba desde el norte de ese país.
En Costa Rica conoció a Herty Lewites, quien estaba a cargo de la difusión de la lucha del FSLN en los medios de comunicación y le propuso la idea de producir material fotográfico y cinematográfico para ser llevado a las televisoras y periódicos del mundo. Ramiro era entonces el único corresponsal de guerra enviado por el FSLN que en 1978 estaba involucrado directamente con los combatientes en los campos de batalla como fotógrafo. Esa no era su primera incursión a la lucha sandinista; después de estudiar arquitectura en Washington había regresado a Nicaragua en 1976 y colaboraba con el FSLN a través de su amistad con Camilo Ortega y Joaquín Cuadra. Sus fotografías eran reveladas por Johnny Henderson y Luis Fuentes en los laboratorios de la productora de cine Istmo Film en San José y de ahí eran llevadas a los diarios del mundo, pero por su seguridad, no podían mostrar créditos de autor.
El Frente Sandinista encargó en 1978 el documental Nicaragua patria libre o morir realizado por los cineastas costarricenses Antonio Yglesias y Víctor Vega. Después del éxito de este documental, el FSLN decidió formar su propia brigada de prensa y propaganda a la que llamaron «Leonel Rugama». En diciembre de 1978 se realizó en México un primer curso intensivo de cine en el que participaron los nicaragüenses Moisés Rodríguez, Frank Pineda y jóvenes de otras nacionalidades.
La brigada inició el 22 de abril de 1979, cuando Ramiro tenía meses de ser fotógrafo de guerra. La integraba un grupo de variadas nacionalidades: Emilio Rodríguez, Ramiro Lacayo, Frank Pineda, Moisés Rodríguez, Adrián Carrasco y Álvaro Jiménez, nicaragüenses; además del cineasta mexicano Miguel Ehremberg, quien compartió con ellos filmaciones en las trincheras. Todos los detalles de esa experiencia fueron narrados en el libro Corresponsales de guerra de Fernando Pérez Valdés (Premio Casa de las Américas, 1981).
El 20 de julio de 1979 finalmente se formó lo que se venía gestando desde el Frente Sur, el Instituto Nicaragüense de Cine (INCINE) y Ramiro Lacayo compartió codirección en la Comisión Coordinadora —creada por la Junta de Gobierno— con Carlos Vicente Ibarra y Franklin Caldera; no obstante, Lacayo después quedó como único director, cargo que ocupó de 1979 a 1988.
Como director de una institución tan activa, su vida artística estaba ocupada en realización de documentales, filmes de ficción, viajes y participación en decenas de festivales de cine del mundo. Por su despacho pasaron grandes directores de cine, actores y actrices del mundo como Miguel Littin, Santiago Álvarez, Gillo Pontecorvo, Alex Cox, Joaquín de Almeida, Blanca Guerra, Pau Leduc, Richard Gere, Ed Harris, Dean Stockwell y muchos otros. Durante sus años en INCINE dirigió seis cortometrajes documentales noticiosos, dos cortometrajes de ficción, tres cortometrajes documentales y un largometraje de ficción. Manejó durante nueve años esta institución que tenía casi cien empleados y un presupuesto que rondaba los 500 mil dólares al año. En 1988 se retiró del Instituto para dirigir el Consejo de Cine creado por la vicepresidencia de la República.
Su película El espectro de la guerra es el último largometraje de ficción que dirigió un nicaragüense en la mejor época del cine en Nicaragua, además el último realizado en formato de 35 milímetros. Después de muchos años dedicados a la pintura y escritura —es autor de dos novelas, un guion para largometraje y cuentos— volvió al cine en 2010 con la presentación de dos documentales y un cortometraje de ficción; asimismo, durante las dos décadas intermedias, se dedicó a la pintura y la agricultura.
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OBRA CINEMATOGRÁFICA Y LITERARIA DE RAMIRO LACAYO DESHÓN
Filmografía
Cortometrajes documentales noticiosos
- Acto del primero de mayo (INCINE, 1980)
- Primer aniversario de la revolución popular sandinista (INCINE, 1980)
- Viaje del comandante Humberto Ortega a Indochina (INCINE, 1981).
- Del EDSN al EPS (INCINE, 1982, en codirección con Fernando Somarriba).
- Viva León Jodido (INCINE, 1983, en codirección con Fernando Somarriba)
- Daniel en Caracas (INCINE, 1983, en codirección con Pedro Martínez).
Cortometrajes documentales
- Del águila al dragón (INCINE, 1981).
- Más claro no canta un gallo (INCINE, 1982).
- Bananeras (INCINE, 1982).
- Radiantes (Camila Films, 2010).
- Sonata inconclusa a Julio Cabrales (Camila Films, 2011).
Cortometrajes de ficción
- El esbozo de Daniel (INCINE 1984, Proyecto no finalizado por Ramiro por fuerzas mayores. Fue finalizado por Mariano Marín y Fernando Somarriba).
- El Centerfielder (INCINE, 1985).
- Corredor de escombros (Camila Films, 2013).
Largometraje de ficción
- El espectro de la guerra (INCINE, 1989).
Novelas publicadas
- Así en la tierra (Uruk Editores, 2009).
- Tejedor de vientos (Uruk Editores, 2012).
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